EL AGUA HIRVIENDO Y EL CRISTIANISMO
De todos es sabido que el agua hierve a los 100 grados centígrados. Aunque parezca de perogrullo, esto significa que el agua no hierve ni a los 80, 90 o incluso a los 99 grados, sólo se puede considerar agua hervida si cumple con la marca de los 100 grados. De la misma manera, una persona no puede considerarse cristiana, por mucho que vaya a la iglesia, y participe comprometidamente en toda actividad, o que sepa mucha Biblia, sino supera la marca que el mismo Señor colocó para ser considerado un verdadero discípulo. Él dijo: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame" (Lucas 9:23) Es decir, un cristiano es aquel que camina por fe en una relación diaria con Jesús, negándose y crucificando deliberadamente su ego, y así va descubriendo el camino que Él va mostrando. Y en esa dependencia diaria con la Vid Verdadera (no la falsa), el fruto del amor va naciendo en el corazón de ese discípulo, transformándolo completamente para obede