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Mostrando entradas de diciembre, 2020

UN CUENTO DE FIN DE AÑO

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CAPITULO UNO Cuenta la leyenda, que en el lejano reino  de Ovejilandia, estaba culminando un año que a todas luces había sido muy raro y que comenzaría el nuevo año de la misma manera, sin celebraciones ni fuegos de artificios.  Todo ese tiempo tan raro, había comenzado cuando se descubrió a un nuevo tipo de zancudo que picaba a las ovejas, especialmente a las más ancianas y a las débiles, provocándoles la muerte. La mortandad se esparció no sólo por la comarca, sino por todo el reino y el miedo se apoderó de las ovejas negras y también de la blancas. Pero existía un grupo muy reducido de ovejas salmón que vivían en cuevas en la montaña, que comenzaron a mirar con atención lo que estaba sucediendo. Entre ellas estaba Catpama. CAPITULO DOS Debido a la crisis que iba creciendo, el carnero Rey de Ovejilanda - que tenía las patas cortitas - dictaminó que lo mejor era que ningún rebaño saliera a pastar, sino que se quedaran encerrados, pues según se les dijo, era la manera de estar seguras

JESÚS, LA ÚNICA RAZÓN PARA CELEBRAR LA NAVIDAD

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Navidad sólo tiene un nombre: Jesús. O dicho de otro modo, Navidad celebra Su nacimiento. De hecho, la palabra "navidad" que proviene del latín "nativitas" , significa nacimiento. Por tanto, lo que celebramos en esta fecha, es Su cumpleaños, sin embargo, es triste observar que en nuestra sociedad consumista - de regalos, luces, colores y variados personajes - el festejado que es Jesús, no está por ninguna parte.   Y es que la Navidad que se celebra hoy, no tiene nada que ver con Su nacimiento relatado en la Biblia. De hecho, Jesús no sólo no nació el 25 de diciembre, sino que ninguno de los elementos icónicos de la celebración  actual, como son las luces, el árbol, los regalos tienen relación con la primera Navidad. Ni hablar del personaje que ha usurpado el lugar de Jesús, como el centro de esta fiesta y que es representado por un viejecito regordete, de traje rojo, frondosa barba y con una risa muy particular, que fue creado en la década el 1940 para una campaña p

GRIETAS REPARADAS CON ORO

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En nuestra manera occidental de pensar, cuando una taza se rompe o se agrieta severamente, se bota pues ya no sirve más. Aunque el recipiente sea de fina porcelana, se desecha ya que las feas grietas la han inutilizado, y peor si está quebrada.  Sin embargo, los orientales son diferentes. Existe un antiguo arte japonés llamado kintsugi,  que enseña no sólo a no desechar un recipiente agrietado o roto, sino a repararlo y a recomponer los pedazos, pero no con cualquier substancia, sino con oro. ¿Por qué hacen eso? Porque en vez de ocultar las grietas, consideran que han de resaltarse como algo valioso y por eso las rellenan con el precioso metal. Esta técnica centenaria la han transformado en una filosofía de vida, que no busca ocultar las heridas del alma, sino revalorizar la belleza de las cicatrices, ya que forman parte de la historia personal y definen la identidad. El kintsugi, me hace meditar en lo diferente que es nuestra cultura, que más bien practica lo opuesto. Se nos ha enseña

PARA PENSAR Y ORAR

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 Hoy día, 01.12.20 aparece publicada en el periódico el Mercurio, la siguiente noticia: “La Administración de Alimentos y Fármacos de EE.UU. (FDA, en inglés), encargada de dar su visto bueno a la comercialización de medicinas en el país, anunció este lunes que ha fijado para el próximo 17 de diciembre una reunión para evaluar la petición de la farmacéutica Moderna de que se autorice de emergencia su vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la covid-19.” Dos cosas llaman mi atención de esta noticia y me lleva a esta reflexión: 1) Una autorización de EMERGENCIA para comercializar esta vacuna. 2) La farmacéutica MODERNA. AUTORIZACIÓN DE EMERGENCIA: Es importante señalar que por más avanzada que esté la tecnología, las vacunas no se pueden “apurar”, pues necesitas fases muy rigurosas de testeos. De hecho, la fase 3 es la más importante, ya que se debe probar y testear en miles de personas, lo cual lleva tiempo. En esa línea, la científica en jefe de la OMS, Soumya Swaminath