Al comenzar un nuevo año, siempre se espera que el nuevo tiempo sea mejor que el anterior, y por eso, aparte de los abrazos, la frase que más se escuchó fue "feliz año nuevo". Incluso algunos esperaron la medianoche siguiendo fútiles supersticiones como comer uvas o una cucharada de lentejas, o vestir ciertos colores de ropa íntima, buscando que por arte de magia, el año 2022 sea mejor. El problema es que esos ritos los han repetido cada noche en el 31 de Diciembre y los años han sido iguales o peores, porque el que alguien viva mejor, no tiene nada que ver con supersticiones o buenos deseos, sino con decisiones firmes para cambiar la manera de pensar y de vivir. Y para eso, siempre es aconsejable hacer una evaluación, y decidir iniciar cambios en los patrones mentales, poco a poco. Por ello, le invito a que comencemos por los "peros".
PERO
El "pero" es una pequeña conjunción de nuestro idioma, pero tan poderosa, que incluso considerándonos cristianos bien comprometidos puede alejarnos del Señor, y privarnos de hacer Su voluntad. Por eso conviene identificarlos.
La Biblia nos relata que durante el ministerio público del Señor, multitudes le seguían y querían ser parte de su séquito más cercano. Todos ellos manifestaban su anhelo de seguirlo, emocionados por la predicación del Reino de los Cielos y los milagros que Él realizaba, no obstante, pese a su aparente entusiasmo, siempre encontraban un PERO para no hacerlo.
TE SEGUIRÉ, PERO...
En el evangelio de Lucas, se nos muestra a uno que el Señor llamó y este respondió emocionado: "Te seguiré, Señor, PERO déjame que me despida primero de los que están en mi casa". (Luc.9:61) El "pero" que presenta este fallido seguidor, nos parece a nosotros del todo comprensible, y la respuesta del Señor nos parece más bien dura: "Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios". (Luc.9:62). Y es que el Señor captó la real motivación de esa expresión, que no era más que una excusa para disimular que el compromiso que había expresado, era sólo emoción momentánea, carente de reflexión. Y eso queda demostrado, pues luego de escuchar la respuesta del Señor, nada más se sabe de ese "entusiasta" que por ese PERO, perdió la bendición de caminar junto a Jesús. Su respuesta también nos muestra que seguirlo a Él, no es un asunto religioso, sino que es una tarea comprometida, que requiere esfuerzo y perseverancia, tal como era el arar en aquella época.
PERO EL AFAN DE ESTE SIGLO...
En Mateo capítulo 13, aparece otro "pero" importante. Allí se nos relata la parábola de la semilla, que es la Palabra, y los distintos terrenos que representan diferentes tipos de personas. El verso 22 dice: "El que fue sembrado entre espinos, este es el que oye la Palabra, PERO el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la Palabra, y se hace infructuosa".
De nuevo, ese pequeño "pero" hace toda la diferencia. La voluntad de Dios es que toda persona dé fruto, no importa las condiciones que le rodeen, pues se supone que su vida interior depende de Él. Sin embargo cuando la persona opta por no enfocar en Dios, y apunta sólo a lo material, no podrá dar frutos espirituales, pues ha decidido desconectarse de la Vid Verdadera y conectarse a la falsa. La consecuencia de esa decisión, probablemente le permita obtener cosas materiales, pero pagando el alto precio de ser infructuosa o estéril espiritualmente. Como vemos, aquella persona, oyó la Palabra, PERO no confío en Dios, y prefirió buscar la seguridad económica "a su manera", y por ese "pero" no pudo experimentar la bendición de caminar con Dios día a día, y su vida espiritual fue ahogada por los afanes.
Es interesante darse cuenta, que las circunstancias que Dios permite en nuestra vida, dejan al descubierto si realmente confiamos en Dios o en la seguridad que puede dar el dinero. Y al parecer, en ese sentido, los pájaros y las flores no siguen llevando la delantera, pues ellos confían en la diaria provisión de Dios, y por eso el Señor nos confronta con estas palabras: "Miren las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre Celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Y quién de ustedes podrá, por mucho que se afane añadir una hora más a su vida? Y por el vestido, ¿Por qué se afanan? Consideren los lirios del campo, como crecen; no trabajan ni hilan, pero les digo que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. ¿Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, no hará mucho más a ustedes personas de poca fe? No se afanen, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o que beberemos, o que vestiremos? Porque los gentiles buscan todas esas cosas; pero vuestro Padre Celestial sabe que tienen necesidad de todas esas cosas. Mas busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas" (Mt.6:26-33). Los pájaros y las flores nos enseñan también que "usa cosa es creer en Dios y otra muy distinta es creerle".
¿QUÉ ES UN "PERO"?
Un "pero" es una excusa, un pretexto para dejar de hacer algo y optar por otra cosa que se considera más importante. Los creyentes generalmente se engañan pensando que "Dios es lo más importante", pero las decisiones que se hacen demuestran lo contrario. Algunas de las excusas más comunes que se escuchan es, "te obedecería Señor, "pero" no tengo tiempo", cuando en realidad sí se tiene tiempo, el problema de fondo son las prioridades van en otra dirección. De hecho, cuando alguien quiere de verdad hacer algo, siempre encuentra tiempo, pues prioriza. Dejar de lado lo importante por enfocar en lo urgente, sin duda, no es una buena elección cuando a Dios se refiere.
Como vemos, un "pero" es una excusa, un pretexto que nos priva de experimentar la bendición de Dios. Por lo tanto, le invito a reflexionar en ¿Cuántos "peros" presentó como excusa en el 2021 para comprometerse con Dios? Y una vez que los identifique, no los repita en este 2022. Finalmente, le muestro algunos "peros" tristemente famosos que se repiten para no comprometerse con el Señor: "no tengo tiempo", "estoy tan cansado", "el horario es complicado", "si fuera otro día", "tengo tanto que hacer en casa", "cuando acabe mi programa favorito, que es justo a esa hora", "más adelante me comprometeré" etc.
Recuerde, se puede tener frutos o excusas, pero no se puede ambos. Además, bien sabemos que cuando algo es importante, se busca la manera, sino se buscará la excusa.
Resumen de las charlas de Cristianos Anónimos.
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