C.A. CRISTIANOS ANONIMOS

El Temor golpeó la puerta, el Amor salio a abrir....y no había nadie.  Y es que el perfecto amor echa fuera el temor (1 Juan 4:18).  Muchas veces los temores nos acechan y luchamos contra ellos; temor a la soledad, a la enfermedad, a la muerte, al futuro, a la vejez, a no tener lo necesario económicamente, etc. El problema es que si luchamos CONTRA los temores, éstos van a permanecer e incluso crecer en nuestra mente, afectando nuestros pensamientos, emociones y generando estados de ánimo que nos harán vivir mal. Debemos entender el principio que LO QUE SE RESISTE, PERSISTE. El apóstol Pablo nos lo enseña cuando dice en Romanos 12:21 "no seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal". Pablo no dice que debemos luchar contra el mal, sino enfocarnos en el bien, pues de esa manera se vence el mal. Este principio y entendieron y practicaron personajes como Gandhi y Nelson Mandela y obtuvieron enormes victorias que registra la historia. Por ello, en vez de

Final de año es tiempo de balance y por supuesto los programas de tv, los medios escritos destacarán un recuento de los hitos más importantes de este 2018, tanto en el país como en el mundo. En el plano personal, también es recomendable hacer un recuento, examinar como fue el año y por favor no se enfoque solamente en cuanto hizo o logró en lo material, sino en cuanto creció y maduró como persona. Y en este aspecto quiero referirme especialmente a aquellos que hemos tenido un año difícil y doloroso, pues cuando esa ha sido la realidad, se tiene la tentación de tomar el camino de evadir todo aquello, y simplemente pensar que el año que viene todo mejorará por arte de magia. El problema es que si usted no toma conciencia de su responsabilidad y examina esas situaciones dolorosas desde una posición lo más objetiva que pueda, seguirá arrastrando ese lastre en el alma el año que viene. Por eso es bueno en el recuento del año, examinar nuestra vida, tomando la responsabilidad por las m

Llega final de año y todos se aprestan a celebrar el año nuevo que está ad portas y con ello el frenesí de la noche del 31. Durante estos días los programas de tv estarán invitando a místicos y videntes que mostrarán los variados sortilegios que las personas deben hacer para tener un mejor año.De la misma manera, aparecerán revistas de finas fotografías en papel couché, que mostrarán los vaticinios y horóscopos por signo zodiacal, etc. Además, reaparecen en esta fecha, una serie de tradiciones populares que buscan obtener que el año que viene sea mejor que éste que está terminando. No faltarán los qué en la medianoche del 31, comerán 12 uvas o una cucharada de lentejas, incluso, algunas usarán ropa interior amarilla, blanca, roja, dependiendo del país. Otros optarán por caminar con una maleta buscando que el año traiga el añorado viaje. O no faltarán aquellos que buscarán dar el primer abrazo a alguien del sexo opuesto, pensando que con ello hallarán pareja. Es decir, hay un s

La Navidad se ha apartado de su real motivo, de hecho la palabra "navidad o natividad" significa nacimiento y en particular celebra el nacimiento de Jesús, sin embargo Él no está por ninguna parte. Actualmente, se ha transformado en una fiesta consumista, llena de luces y colores, de abundancia de regalos y con un sin fin de personajes que buscan atraer a los niños a un mundo hermoso, pero excluyendo a Jesús, quien es la razón de esta fiesta. En términos simples, la "navidad" que hoy se celebra, no tiene nada que ver con lo que la Biblia relata de la primera navidad.  Por esta razón, es que hay sectores cristianos que no la celebran y en parte tienen razón, pues el 25 de diciembre no es la fecha real del nacimiento del Señor, además de todos los elementos paganos que la rodean, hace que tomen una actitud de “no contaminarse con el mundo”, por tanto, se predica en contra del árbol, los regalos, las luces e incluso el regordete y risueño personaje creado por la C

Diciembre es el mes de la Navidad o Natividad (nacimiento) del Señor. Y aunque realmente Jesús no nació el 25 de diciembre, los cristianos celebramos el hecho más que la fecha. Es interesante que la Biblia dice que Jesús nació en la "plenitud del tiempo" (Gálatas 4:4). La palabra “tiempo” en griego es notable, por un lado está la acepción "chronos", que significa el tiempo cuantitativo, medible o humano (de donde derivan palabras como cronómetro, cronológico, etc.) y está también la palabra "kayros" que es el tiempo cualitativo u oportuno, es decir, el tiempo de Dios en acción. La carta a los Gálatas, dice que esa primera navidad, vino en el exacto tiempo prefijado por Dios. Como prueba de ello, notamos que no es casualidad que en aquella época el idioma universal era el griego (ya el Antiguo Testamento había sido traducido del hebreo al griego), por tanto eran conocidas las Escrituras y profecías hebreas. Además, en tiempos del nacimiento de

Todos conocemos la historia de Jesús en Getsemaní. En ese lugar sería traicionado por Judas, hecho prisionero, llevado donde un grupo de cobardes, llenos de odio que le juzgarían y de madrugada sería torturado, para luego ser crucificado como un vil criminal en el Gólgota en medio de dos delincuentes.  En Getsemaní, el Señor experimentó un intenso dolor del alma, oró al Padre con una angustia tal, que sudó gotas de sangre, sin embargo hay un hecho me llama mi atención y es que él, en ese estado de dolor y profunda vulnerabilidad, tomó consigo a tres de sus amigos; Pedro, Santiago y Juan, para que estuvieran con él en esos momentos, el evangelio de Mateo registra así ese hecho: "Luego fue Jesús con sus discípulos a un lugar llamado Getsemaní, y les dijo: "Siéntense aquí mientras voy más allá a orar". Se llevó a Pedro y a los hijos de Zebedeo, y comenzó a sentirse triste y angustiado. "Es tal la angustia que me invade, que me siento morir - les dijo -. Quédense aquí