VULNERABLES
Todos conocemos la historia de Jesús en Getsemaní. En ese lugar sería traicionado por Judas, hecho prisionero, llevado donde un grupo de cobardes, llenos de odio que le juzgarían y de madrugada sería torturado, para luego ser crucificado como un vil criminal en el Gólgota en medio de dos delincuentes.
En Getsemaní, el Señor experimentó un intenso dolor del alma, oró al Padre con una angustia tal, que sudó gotas de sangre, sin embargo hay un hecho me llama mi atención y es que él, en ese estado de dolor y profunda vulnerabilidad, tomó consigo a tres de sus amigos; Pedro, Santiago y Juan, para que estuvieran con él en esos momentos, el evangelio de Mateo registra así ese hecho: "Luego fue Jesús con sus discípulos a un lugar llamado Getsemaní, y les dijo: "Siéntense aquí mientras voy más allá a orar". Se llevó a Pedro y a los hijos de Zebedeo, y comenzó a sentirse triste y angustiado. "Es tal la angustia que me invade, que me siento morir - les dijo -. Quédense aquí y manténganse despiertos conmigo" (Mateo 26:36.38). El Señor no quería estar solo y por eso recurrió a sus amigos. Al seguir leyendo el texto, nos enteramos que ellos, ajenos al dolor de su Maestro, se quedaron dormidos y él estuvo solo.
VULNERABILIDAD
Es impactante leer que el Señor, el Mesías, el que podía caminar sobre el mar, detener una tormenta con una sola palabra suya, que podía resucitar muertos, sanar enfermedades de toda índole, echar fuera demonios y hacer toda clase de milagros, no dudó en mostrarse débil...eso me asombra, pues vivimos en un mundo donde siempre hay que mostrarse fuertes, pensando que eso es lo correcto y esto se da con más fuerza dentro de la iglesia. Que miopes podemos ser, pensando que lo que otros piensen, es más importante que la opinión de Dios. .
Textos como estos, son los que me hacer reflexionar y darme cuenta lo errado que uno puede vivir, pensando que siempre se debe demostrar una sonrisa, y una seguridad fingida, aunque se pueda estar llorando por dentro.
Por muchos años viví en el paradigma que uno no debía mostrarse vulnerable, y que no se podía confiar en nadie, hoy me doy cuenta lo equivocado que estaba. Debí pasar por el dolor y el quebranto profundo para entender lo que mi Señor enseña.
Hoy escribo a través de este medio, y comparto experiencias en Cristianos Anónimos, no porque me crea un maestro ni mucho menos, simplemente lo hago por la responsabilidad de entregar lo que he aprendido a través de mis pecados, malas decisiones y sus dolorosas consecuencias, pues sé que llevadas todas estas miserias a los pies del Señor, su amor sana el alma. Y si alguien puede ser ayudado, todo habrá valido la pena.
La filosofa francesa Simone Weil, que vivió en los albores del siglo pasado, escribió: "La vulnerabilidad de las cosas valiosas es hermosa, porque la vulnerabilidad es una marca de la existencia".
En Getsemaní, el Señor experimentó un intenso dolor del alma, oró al Padre con una angustia tal, que sudó gotas de sangre, sin embargo hay un hecho me llama mi atención y es que él, en ese estado de dolor y profunda vulnerabilidad, tomó consigo a tres de sus amigos; Pedro, Santiago y Juan, para que estuvieran con él en esos momentos, el evangelio de Mateo registra así ese hecho: "Luego fue Jesús con sus discípulos a un lugar llamado Getsemaní, y les dijo: "Siéntense aquí mientras voy más allá a orar". Se llevó a Pedro y a los hijos de Zebedeo, y comenzó a sentirse triste y angustiado. "Es tal la angustia que me invade, que me siento morir - les dijo -. Quédense aquí y manténganse despiertos conmigo" (Mateo 26:36.38). El Señor no quería estar solo y por eso recurrió a sus amigos. Al seguir leyendo el texto, nos enteramos que ellos, ajenos al dolor de su Maestro, se quedaron dormidos y él estuvo solo.
VULNERABILIDAD
Es impactante leer que el Señor, el Mesías, el que podía caminar sobre el mar, detener una tormenta con una sola palabra suya, que podía resucitar muertos, sanar enfermedades de toda índole, echar fuera demonios y hacer toda clase de milagros, no dudó en mostrarse débil...eso me asombra, pues vivimos en un mundo donde siempre hay que mostrarse fuertes, pensando que eso es lo correcto y esto se da con más fuerza dentro de la iglesia. Que miopes podemos ser, pensando que lo que otros piensen, es más importante que la opinión de Dios. .
Textos como estos, son los que me hacer reflexionar y darme cuenta lo errado que uno puede vivir, pensando que siempre se debe demostrar una sonrisa, y una seguridad fingida, aunque se pueda estar llorando por dentro.
Por muchos años viví en el paradigma que uno no debía mostrarse vulnerable, y que no se podía confiar en nadie, hoy me doy cuenta lo equivocado que estaba. Debí pasar por el dolor y el quebranto profundo para entender lo que mi Señor enseña.
Hoy escribo a través de este medio, y comparto experiencias en Cristianos Anónimos, no porque me crea un maestro ni mucho menos, simplemente lo hago por la responsabilidad de entregar lo que he aprendido a través de mis pecados, malas decisiones y sus dolorosas consecuencias, pues sé que llevadas todas estas miserias a los pies del Señor, su amor sana el alma. Y si alguien puede ser ayudado, todo habrá valido la pena.
La filosofa francesa Simone Weil, que vivió en los albores del siglo pasado, escribió: "La vulnerabilidad de las cosas valiosas es hermosa, porque la vulnerabilidad es una marca de la existencia".
Es cierto basta el tiempo de parecer que somos o estamos intactos.No estamos ni somos intactos cada día tomamos nuestra cruz con todas nuestra pifias y cada día sumergirnos en su amor a pesar de pifias y en esa medida podemos pasar a otro nivel y un pasito más dado..dolo estando con el Señor iremos avanzando
ResponderEliminarMuy buena la reflexion gracias me anima a cambiar
EliminarGracias x la reflexión Alejandro. Nuestro Señor Jesús es nuestro perfecto ejemplo a seguir. Somos vulnerables y reconocerlo es un acto de sinceridad y honestidad x parte de nosotros y solo El Señor Jesús puede sanar nuestras heridas.
ResponderEliminar