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EL PADRE NUESTRO

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Dado que hemos nacido en una cultura cristianizada, perdemos de vista que el propósito de la oración es la intimidad. y el desarrollo una relación de amor y confianza con Dios, y no sólo repetir palabras o pedir todo lo que se nos antoja.   Cuando Jesús enseñó a orar a sus discípulos - en la oración modelo el Padre Nuestro - la primera palabra que empleó fue "Padre"(Mt.6:9-13; Luc.11:2-4), que para nosotros no tiene mucho impacto, pero cuando la escucharon por primera vez, no podían creer que el Maestro empleara semejante palabra con tanta cercanía y afecto. Era un lenguaje inusual, e incluso para los Fariseos, Saduceos y Escribas, era una blasfemia, pues para los religiosos judíos, Dios era lejano, reverente y majestuoso, y la única manera de acercarse a Él era a través de ritos, sacrificios de animales, y usando títulos reverentes,  tales como Elohim. Adonai, el Shaddai, pero jamás se atreverían a llamarlo Padre, o "papito" que era la palabra aramea Abba que Jesú...

EL PROPOSITO DE LA ORACIÓN

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  A veces pensamos que la oración es repetir como loritos oraciones aprendidas, o decir en cada plegaria las mismas cosas a Dios. Claramente el Señor Jesús - enseñando acerca de la oración en el Sermón del Monte - señala que "no son las palabras" la clave del orar.  También es muy popular la creencia que la oración se basa en pedir; protección, bendición, trabajo, salud, etc. sin embargo,  Jesús corrige esa falsa creencia diciendo que "nuestro Padre sabe de que cosas tenemos necesidad, antes que nosotros le pidamos"(Mt.6:8). Entonces, si el corazón de la oración no es pedir, pues nuestro Padre sabe lo que necesitamos, ¿Cuál es el objetivo de ella? El propósito es aprender a tener intimidad con Dios, es entrar en lo secreto y tener la experiencia de vaciarnos de nuestras cargas y pecados y poder ser llenos de Él. El objetivo de la oración es aprender a sacar los ojos de nosotros mismos y ponerlos en Dios. Es aprender a vivir como Pablo decía: "Ya no vivo yo, Cri...

DERRIBADOS, PERO NO DESTRUIDOS

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  Que importante es separar las circunstancias que a diario vivimos, de nuestra vida interior. El apóstol Pablo nos enseña, que una cosa es lo que pasa AFUERA y otra la que pasa ADENTRO de nosotros.  Para una persona no creyente, no hay separación entre lo que pasa afuera y su reacción interior, es decir; si las cosas van bien, la persona está bien y feliz, pero si van mal, puede sentirse un fracaso e incluso perder las ganas de vivir.  En cambio, si la persona se confiesa cristiana, debiera vivir como lo enseña Pablo, trazando una línea entre lo que ocurre afuera y lo que pasa adentro: "que estamos atribulados en todo, (Afuera) mas no angustiados (Adentro); en apuros (Afuera), mas no desesperados (Adentro); 9 perseguidos (Afuera), mas no desamparados (adentro); derribados (Afuera), pero no destruidos (Adentro); 10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos"(2 Cor.4:8-10).  Pe...

LO TEMPORAL O LO ETERNO

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  Hay un verso que ha alimentado mi espíritu y se los comparto: “No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2 Cor.4:18).  Que importante es cultivar esta actitud de fe que Pablo nos comparte, y practicarla. ¿Cómo se la practica? Comprendiendo que todo lo que nos está pasando hoy, el próximo mes o el próximo año será pasado y quizás ni nos acordaremos. Por eso es importante, no dejarse deprimir, o amargarnos por las circunstancias que podamos estar viviendo, pues todo eso es pasajero. Por tanto, decidamos la actitud de fe de anclar  nuestra mente y emociones al Señor, que es la Roca inconmovible.  Cuando aprendemos a vivir de esa manera, es decir, “no poniendo nuestro énfasis en los que se ve, sino en lo eterno que no se ve”, comenzamos a experimentar la vida que Pablo vivía enfocada en el Señor. Él nos dice: “que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en ap...

DOS TIPOS

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Hoy por hoy, hay dos tipos de cristianos; los que están enfocados en ellos mismos, o en el Yo o Ego, y que bien podríamos llamar "cristianos egocéntricos", pues todo gira en torno a lo que ellos desean, sueñan y anhelan. Y por tanto, tienen la osadía de pretender obligar al Dios Omnipotente a que cumpla sus deseos con fútiles "decretos". Y también están aquellos que están enfocados en la voluntad de Dios, y no en ellos, que podríamos llamar "cristianos Teocéntricos o Cristo céntricos", pues se saben siervos del Dios Altísimo, quien tiene trazada Su voluntad, tal como lo dice la Palabra: "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas" (Efesios 2:10). Además la Biblia enseña que lo más sabio es someternos a Su voluntad con humildad y obediencia, tal como la Escritura señala; "Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora se ja...

LA ACTITUD DE FE

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Una de las mejores descripciones de lo que es una actitud de fe, la encontramos en estos versículos:  “ Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.  Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas (2 Cor. 4:16-18). El apóstol Pablo está describiendo a un verdadero cristiano que no está viviendo circunstancias placenteras, sino alguien que está padeciendo sufrimiento y tribulación, y a pesar de eso,  mantiene intacta su actitud de fe. ¿Cómo logra eso? No viviendo por lo que "siente" ni poniendo su atención en los "achaques" de su cuerpo que envejece, ni queriendo que Dios le de sólo "bendiciones", y quejándose si no le son concedidas. Ha aprendido que las circunst...

LA ACTITUD

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La Biblia dice:   “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos” (2 Cor. 4:7-9). Estos maravillosos versículos nos enseñan que la actitud de fe se decide, no se siente.  Cuando nos damos cuenta que Dios mora en nosotros, podemos estar atribulados en todo, pero no dejamos que el temor nos domine y no estamos angustiados. Podemos vivir circunstancias que parecen que nos van a aplastar, pero al mirar dentro de nosotros, elegimos la actitud de no desesperarnos. Podemos ser perseguidos injustamente, por personas que desean nuestro mal, pero no hay problemas, nuestro Señor no nos desampara. Incluso podemos llegar a sentir que nuestra vida no tiene sentido y que no vale la pena seguir viviendo, pero cuando miramos a Dios que vive en nuestro interior, nos damos cuenta qu...