TESTIMONIOS DE EX-SATANISTAS RESPECTO DE HALLOWEEN

 Muchas personas no entienden que vivimos en una lucha espiritual entre el bien y el mal. Y por tanto, la degradación moral que se observa en la música moderna o en los films que se promueven profusamente no se ve como algo malo, sino una señal de "progresismo y libertad". Por eso tampoco sorprende que celebrar Halloween sea visto como algo de lo más normal e inofensivo, y oponerse o develar lo que realmente es sea tomado como algo retrogrado y anclado en una añeja religiosidad.

No obstante, como cristianos, nos conviene recordar la prohibición que Dios hace en su Palabra de no practicar las costumbres paganas abominables y oscuras que se rebelan contra su Santidad (Deut.18:9-12). A continuación, quiero mostrarles algunos testimonios de exsatanistas y ocultistas respecto de esta "fiesta":

1) Riaan Swiegelaar, ex cofundador de la Iglesia Satánica de Sudáfrica, y hoy activo evangelista cristiano advirtiendo de la realidad del mundo demoniaco, apunta a la fuerte carga espiritual de Halloween por la importancia que tiene para el mundo ocultista. Afirma que es la fecha más importante del calendario satánico y es la noche en que ocurre el mayor número de sacrificios humanos a nivel mundial. Señala también que cualquier casa decorada con los símbolos de Halloween se convierte en un punto de acceso para la actividad demoniaca. 

2) Jenny Weaver, exbruja y ahora cristiana que ministra liberación, señala que Halloween no se trata de dulces y disfraces divertidos, sino de una festividad que tiene orígenes centrados en lo demoníaco y la brujería. Ella dice: "Defender esta "fiesta", es como si un cristiano quisiera tomar una tabla Ouija y decir que quiere usarla para hablar con el Señor". Halloween banaliza y hace parecer divertidas prácticas ocultistas que tienen profundo significado espiritual, donde los niños son los más vulnerables.

3) Beth Eckert, ex bruja y cristiana con un ministerio de liberación y autora de varios libros del tema, afirma que las personas como ella que han vivido en el ocultismo, saben distinguir lo que ocurre la noche de Halloween donde nada es juego. La normalización de los símbolos que adornan casas y disfraces, hace que las personas sin discernimiento espiritual abran puertas sin saber, a un mundo espiritual de maldad y donde los más afectados son nuevamente los hijos de esos padres ciegos espiritualmente. 

4) Michel Arenas, ex sacerdotisa satánica y hoy una ferviente cristiana, señala que Halloween es una de las tres fiestas más importantes para los satanistas, por ello se preparan ayunando y orando para destruir las vidas de aquellos que participen de la celebración. Advierte que Halloween no es una fiesta inofensiva, pues no sólo se sacrifican personas, sino que se rinde culto a las tinieblas. Durante esa noche se realizan todo clase de actos abominables en honor a Satanás, de manera que incluir a niños buscando dulces es algo que muestra el poder seductor del "llamar a lo malo, bueno". 

5) Jenn Nizza, ex síquica y hoy una activa cristiana, advierte sobre la glorificación del ocultismo durante los días en que se "celebra" Halloween y alerta sobre los peligros espirituales de "jugar" con la tabla ouija, el tarot, numerología y otras formas de adivinación, y donde se intenta la comunicación con muertos, todas prácticas que están fuera de la voluntad de Dios. Halloween no es una fecha inofensiva, al contrario, es una puerta al mundo demoniaco y advierte a los padres a que no expongan a los niños y tampoco a los jóvenes adolescentes a películas de terror que glorifican esta fecha oscura.

La advertencia bíblica de Dios a su pueblo es muy clara: 

«Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones.

 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,

ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.

 Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.»

(Deuteronomio 18.9-12)