¿QUIERES UN MEJOR AÑO 2026?

 


Estamos por comenzar un nuevo año y aparecen un montón de rituales populares, desde usar ropa interior de colores hasta comer una cucharada de lentejas antes de la medianoche. Y todas esas tradiciones tienen como único propósito que el nuevo año sea fructífero.

Sin embargo, la única manera de llevar a cabo el deseo de que el año próximo sea mejor, es hacernos un autoexamen y corregir lo errado,  pues la mayoría de las cosas que vivimos fueron consecuencia de lo que nosotros sembramos. El problema es que ese ejercicio requiere madurez y honestidad, por lo que es más fácil culpar a otros de nuestras desdichas en vez de mirarnos interiormente. 

Pero si buscamos ser obedientes a Dios, debemos obedecer a lo que la Biblia dice para que haya un verdadero cambio. El tema no es mirar hacia afuera, sino hacia adentro. Jesús dijo: “¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en tu propio ojo?” (Mateo 7:3-5). La clave está en la mirada interior.

NO QUIERO CONSEJOS, QUIERO CULPABLES

En esa actitud de introspección, hay que estar preparados para encontrar vergonzosas actitudes, que hasta ese momento sólo veía en los demás. Una de esas actitudes es representar siempre el papel de víctima frente a otros, enfocando y hablando siempre de su propio drama; su triste historia, que se va convirtiendo en su identidad, pues el ego dirige su vida. Es la persona que no busca que la aconsejen, sino que busca aliados que la ayuden a encontrar culpables de su desdicha. Pero si esa persona está en Cristo, su identidad no puede ser el dolor, la victimización, la culpa ni el pasado. Su identidad debe comenzar a cimentarla en Cristo. La Biblia lo dice: “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es…” (2 Corintios 5:17).

TRANSFORMACIÓN

El Espíritu Santo no nos invita a apuntar a otros, sino que nos llama a ser transformados de adentro hacia afuera: "No se conformen a este siglo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta" (Rom.12:2). Esa transformación interior, de los patrones mentales, posibilitan caminar en voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Para entrar de buena manera al nuevo año 2026 con una actitud de madurez espiritual, será preciso soltar el papel de víctima, dejar el ego, y permitir que Dios trate primero con nuestras actitudes. Ser vulnerable a Dios, no es debilidad: es libertad. Recuerda: “Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.” (Santiago 4:6)

Oración breve al comenzar el nuevo año

Señor, gracias por enseñarme a mirar mi corazón antes de juzgar a otros. Decido enfocar en mi identidad en Cristo, no más en mi drama, por tanto perdono a los que me han hecho daño y los entrego en tus manos, pues tú eres el Juez justo. Me humillo para seguir aprendiendo a cambiar y amar. Gracias por todas las cosas pues al entregarlas a ti, se tornaran en bendición.  Amén.

Que 2026 sea un año de crecimiento interior, responsabilidad espiritual y gracia verdadera.




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