¡EXPULSANDO A LOS MERCADERES!

Al día siguiente de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, donde fue seguido por una multitud enfervorizada, el Señor fue al templo y allí realizó una violenta acción que pareciera no condecirse con la imagen de un Dios de amor y paz. Al entrar, hizo un látigo de cuerdas y comenzó a blandirlo con violencia a diestra y siniestra, volcando las mesas de los que cambiaban dinero y echando fuera a todos los vendían ovejas y palomas, y diciendo en alta voz: "Quiten esto de aquí, no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio" (Juan 2:16). También les dijo: " ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas ustedes la han hecho cueva de ladrones. Y lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarle; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina”. (Marcos 11:17,18) Para entender el comportamiento del Señor, debemos examinar el contexto de la escena. Recordemos que una mul...