LA SEMANA QUE CAMBIÓ NUESTRA HISTORIA


En algunos días más estaremos celebrando la Semana Santa, o la semana que cambió al mundo, y que ratificó que todo el Antiguo Testamento se cumplió en la figura de Jesús, quien murió y resucitó conforme a las Escrituras.

Isaías profetizó 700 a.C. lo siguiente: "Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas DIOS CARGÓ EN ÉL EL PECADO DE TODOS NOSOTROS" (Isaías 53:5,6). A Jesús no lo crucificaron los romanos, sino nuestros pecados, y a pesar de eso, en Su amor nos da eterna salvación.

Que esta Semana Santa no sea sólo un tiempo de vacaciones, comer mariscos y comprar huevos de chocolate, sino un tiempo reflexión y agradecimiento por esa Gracia que no merecemos, pero que el Señor nos regala, de manera que le conozcamos y así vivamos una vida trascendente en Él.



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