¿CELEBRAR O NO LA NAVIDAD?

He visto en las redes sociales, que muchos grupos cristianos están en contra de celebrar Navidad, incluso prohíben sectariamente celebrarla por considerar la celebración pagana en su origen. Y aunque estoy de acuerdo en ese último punto, no puedo concordar con que alguien prohíba celebrarla, como si fueran dueños de la conciencia, aunque también entiendo que hay muchos pastores que se creen dueños de las personas, lo cual es muy triste.

EL EJEMPLO DEL APOSTOL PABLO

Siempre lo mejor es seguir los principios que la Palabra nos muestra, y para ello es bueno aprender del ejemplo del apóstol Pablo. 

En cierta ocasión, él visitó Atenas (Hechos 17) y recorrió el panteón de todos los dioses falsos en los que ellos creían. Lejos de escandalizarse, Pablo estableció un puente con esa cultura pagana para poder predicarles a Cristo. Es así que encontró que había uno al que adoraban y tenía la inscripción "al dios no conocido", y esa fue la puerta que usó diciéndoles:  “porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio" (Hechos 17:23). 

Pablo privilegió predicar a Cristo, dejando de lado el legalismo y usando tan magistralmente la Gracia, que allí pudo levantar una iglesia, tal como lo registra el verso 34, "Mas algunos creyeron, juntándose con él; entre los cuales estaba Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos". 

Usemos esta fiesta, plagada de símbolos paganos, para predicar con amor, a aquellos que tienen un "nacimiento" a los pies del árbol decorado con luces, para compartirles que ese bebé del pesebre, nació en esta tierra para darles el más grande regalo; la salvación.  En esta fiesta plagada de consumismo y paganismo, levantemos nuestra voz señalando que la Navidad ¡es Jesús!