NO SOMOS EL RUIDO DE AFUERA, SINO EL SILENCIO DE ADENTRO
Resulta paradójico que David sea considerado como "un varón conforme al corazón de Dios" (1 Sam.13:14) , cuando en la Biblia leemos acerca de sus varios fracasos personales y derrotas morales. Por otro lado, debemos reconocer también, que era un hombre que buscaba a Dios de todo corazón a pesar de sus pecados y miserias, y eso lo podemos comprobar al leer sus escritos, que nos hacen conocer el calibre de su relación con el Señor. Como botón de muestra, veamos un par de versos. En el Salmo 62:1, escribe: "Espero en silencio delante de Dios, porque de Él proviene mi victoria" . En el Salmo 37:7, encontramos la siguiente declaración: "Guarda silencio ante el Señor; espera con paciencia que Él te ayudará" Me llama la atención que David conocía por experiencia, el estar en "silencio ante el Señor" y esperar con paciencia. Esto no se refiere tan sólo a no proferir palabras, sino a estar callado interiormente. Es decir, conocía el "silencio"