VERDADERAMENTE SINTONIZADOS

 

En muchos círculos se enseña erróneamente que si tenemos suficiente fe, Dios nos concederá todo lo que pedimos, sin entender que para que ello ocurra, primero debemos sintonizarnos con Su voluntad.

Es curioso que muchos piensen que Dios es como una gran "pata de conejo" a la que hay que aferrarse para que todo vaya bien o es como la "lámpara de Aladino" a la que si le decimos las palabras correctas, Dios inmediatamente concederá la petición, y por ello algunos intentan obligar a Dios citándole supuestas promesas o versículos bíblicos.

Lo que debemos entender es que Dios es Soberano, y Él hará Su voluntad, y que nosotros simples mortales, debemos sintonizarnos con Su voluntad, lo cual implicará la muerte al ego, y aprender a vivir un verdadero arrepentimiento cada día, aceptando en nuestra vida, Su soberanía y voluntad. 

El mismo Señor Jesús nos muestra esta enorme verdad, cuando en el huerto de Getsemaní, en agonía hace la siguiente oración: "Padre, pase de mi esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Luc.22:42). 

Por eso el Señor Jesús nos dice a nosotros hoy: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame" (Luc.9:23). No es mí voluntad la que cuenta, sino Su voluntad para nuestra vida.