"PASE DE MI ESTA COPA" ¿Qué significa?


La noche del jueves fue un tiempo dramático en la vida de nuestro Señor, un tiempo de total soledad y agonía, y ninguno de sus discípulos se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Para ellos, era sólo otra noche más, mas no para Jesús, quien sabía lo que le ocurriría. 

Luego de haber participado de la cena Pascual, Jesús y los apóstoles partieron con rumbo al huerto de Getsemaní, un lugar situado en la ladera del monte de los Olivos, y al que iban frecuentemente a orar (Juan 18:2).

En la soledad de aquella noche, rodeado de olivos y en gran angustia, oró a Dios diciendo: "Padre, si es posible, pase de mí esta copa; mas no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Mateo 26:39) y aunque esa oración no fue respondida de acuerdo a su petición, se sometió a la voluntad de Su Padre. La Escritura describe la profunda angustia que como ser humano experimentó en aquel huerto, diciendo: "mi alma está muy triste, hasta la muerte, quédense aquí y velen conmigo" (Mateo 26:38). Él sabía que su tormento estaba cerca, y que Judas lo traicionaría, por lo que al sentir la profunda soledad humana, pidió a Pedro, Santiago y Juan que lo acompañaran a orar, sin embargo, ellos se quedaron dormidos. Y en ese estado de profunda tristeza, donde su sudor era sangre (Luc.22:44), Dios envío un ángel de cielo para fortalecerlo (Luc.22:43) para las horas que se aproximaban. 

Es dramáticamente ilustrativo que la palabra "Getsemaní" significaba "prensa de aceite", pues allí se aplastaban las aceitunas, para producir el aceite de oliva. De la misma manera, esa noche de angustia y soledad, nuestro Señor experimentó como su alma era aplastada; en lo físico sudando gotas de sangre (Lucas 22:44), y en lo espiritual, dejando que fluyera Su regio amor sacrificial, que lo encaminó sin titubear a la cruz del Calvario.


¿QUÉ SIGNIFICA "PASE DE MÍ ESTA COPA"?

Jesús musitó una corta, pero profunda oración; "pase de mí esta copa"(Mateo 26:39). ¿Qué significado tenía esa petición? ¿A qué copa se refería? Algunos han explicado que estaba imaginando la tortura y muerte por crucifixión que le esperaba, y por cierto, pensar en ello era algo terrible, no obstante, muchas personas de aquella época experimentaban esa cruenta muerte, donde eran crucificados desnudos y agonizaban por días a la vista de todos hasta morir.

Por tanto, Jesús asumía todo ese sufrimiento de la crucifixión, por lo que más bien, la copa a la que hacía referencia, no era el terror de ser clavado en una cruz, sino el hecho que "bebería una copa" desconocida para Él. El que nunca hizo pecado, debía beber la nauseabunda copa llena de las bajezas más horrendas de la humanidad. Sería cargado con el pecado de todos nosotros, para que así, nuestras transgresiones fueran perdonadas. Eso fue lo que Isaías profetizó acerca de Él, diciendo: "Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas DIOS CARGÓ EN ÉL EL PECADO DE TODOS NOSOTROS". (Isaías 53:5,6)

Con toda propiedad podríamos decir, que esa noche, Su alma fue aplastada por el pecado humano, y voluntariamente se dejó triturar por amor a nosotros. Y al igual que las aceitunas machacadas, de Él brotó el aceite de la completa obediencia al Padre y del amor hacia nosotros. De hecho, Él murió en nuestro lugar, y así pagó el precio por nuestros pecados. La Biblia lo declara enfáticamente: "al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él" (2 Corintios 5:21)

En este mundo en el que estamos viviendo, cada día más alejado de Dios, donde "a lo malo se le llama bueno y a lo bueno malo" (Isaías 5:20), ¿Nos damos cuenta nosotros de lo que Jesús hizo ese jueves y que marcó nuestro destino eterno, o será una noche más para quedarnos dormidos?. 


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