COMO OVEJAS EN MEDIO DE LOBOS
Con profunda tristeza, veo como la crisis social y política que vive nuestro país, nos está desnudando, mostrando no lo mejor de nosotros, sino lo peor. Es triste ver la polarización que se está produciendo, donde aparecen dos bandos irreconciliables; por un lado, los "buenos" y por otra los "malos". Casi no se puede opinar, porque ya no nos estamos escuchando. He observado que, si alguien emite una opinión, inmediatamente del bando contrario, levanta una avalancha de epítetos y palabras de grueso calibre, no para refutar el argumento, sino para hacer pedazos a la persona que la emitió. Es cuestión de ver las redes sociales, las opiniones en los chats, los comentarios en los medios de masas. El odio, el desconcierto y el temor, pareciera que va ganando terreno cada día. Lo más triste, es ver que los cristianos, los que decimos seguir a Cristo, estamos cayendo en la misma trampa de la polarización, unos defendiendo un bando y otros atacando. ¿Quién entonces, va a