¿VIVES EN TEMOR O AMOR?

 

Vivimos en un tiempo donde el temor se ha vuelto parte del aire que respiramos. Está presente en los noticieros, periódicos y redes sociales, que alimentan el temor al futuro, a las enfermedades, a la debacle económica e incluso a decir algo que incomode a los demás. Por tanto, mucha gente vive atemorizada, el problema es que también hay muchos cristianos - que aunque no lo admitan - viven atrapados en él. ¿cómo reconocer a esos cristianos llenos de temor? Por sus oraciones: "Dios, cuídame, protégeme, que nada malo le pase a mi familia, no desampares a mi hijo, no me dejes, etc."Este temor nace de una visión distorsionada de Dios. Es el miedo de quien no está seguro de su relación con Dios como Padre, pues no ha cultivado ese vínculo. Y Juan nos recuerda: Ese no es el Dios del evangelio. Ese no es el Padre que Jesús reveló. Dios no está esperando castigarte; Él ya castigó tu pecado en Cristo. Ahora te recibe como hijo amado, y por eso hay que cultivar ese amor.

Cuando Juan habla de “perfecto amor”, se refiere a la obra del amor de Dios perfeccionándose en tu corazón. Es el Espíritu Santo recordándote día tras día: “No eres esclavo, eres hijo.No estás condenado, estás perdonado, no estás solo, eres amado, por tanto, no vivas en temor.” Y como cristianos, debemos hacer real ese amor, pues al hacerlo, se expulsa el temor.

¿CÓMO COMENZAR A VIVIR ESE AMOR QUE EXPULSA EL TEMOR?

1. Recuerda diariamente quién es Dios para ti. No un juez frío, sino un Padre amoroso. No un acusador, sino tu defensor. No tu enemigo, sino tu refugio.

2. Ora desde la confianza, no desde el miedo. Cambiar “Señor, por favor, no me abandones”, pues esa oración revela miedo e inseguridad y cámbiala por “Gracias, Padre, porque estás conmigo”. Esta oración revela fe. 

3. Llena tu mente con la Palabra, no con la ansiedad del mundo, deja de ver tantos noticieros y leer tanta noticia nefasta en los periódicos, pues el temor crece si lo alimentas con información sin esperanza. En cambio, la fe crece con la verdad del evangelio. Recuerda, Cristo no murió para que vivas con miedo; él murió y resucitó para que vivas en seguridad. Y cuando Su amor se arraiga en ti, el temor ya no tiene cabida en tu vida.

“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor involucra castigo, y el que teme no ha sido perfeccionado en el amor.” (1 Jn 4:18)