NUESTRO CEREBRO ESTÁ DISEÑADO PARA CREER EN DIOS

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En una investigación llevada a cabo por National Geographic, los investigadores se sorprendieron al observar que la creencia en Dios está conectada directamente al cerebro humano. En dicho estudio, el neurólogo Shahenn Lakhan señaló: "Los psicólogos y antropólogos han llegado a considerar que en cada persona hay una cierta concepción de Dios". Es decir, la ciencia está demostrando que estamos "cableados" para creer en Dios.

Por otro lado, el doctor Andrew Newberg, uno de los pioneros de la llamada Neuroteología, llevó a cabo varios estudios sobre el cerebro, evaluando los efectos de la oración durante ocho semanas en personas que padecían diversas patologías. Al término de las cuales constató que habían mejorado un 15 por ciento, por lo que escribió lo siguiente: "Estos resultados fueron solo después de ocho semanas, y los pacientes oraban unos 15 minutos por día, por lo que se puedo imaginar los cambios profundos que ocurrirían en personas que tienen una profunda relación con Dios, y que practican esta contemplación profunda durante horas, y a través de los años". 

La ciencia está probando que Dios nos creó y nos dotó de un cerebro para que le conozcamos íntimamente y que no nos contentemos con la religiosidad superficial. Por ello, la oración en lo secreto es sintonizarnos con Él en el silencio de la contemplación, donde vamos siendo transformados profundamente al experimentar su presencia.

La Biblia dice: "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida" (Prov. 4:23). Este verso aunque usa la palabra "corazón", no se está refiriendo al músculo que bombea sangre, sino que es una figura de lenguaje que hace referencia a la mente, que es el centro de los pensamientos y emociones que moldea la forma en que pensamos y afecta todo nuestro ser. Por eso la Biblia Dios Habla Hoy, dice: "Cuida tu mente más que nada en el mundo, porque ella es fuente de vida" (Prov.4:23)

¿Está practicando la contemplación en la oración?



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