VENCIENDO CON EL BIEN EL MAL
Hoy estamos viviendo en una sociedad donde el mal está entronizado en todas las esferas de la vida, entonces ¿Qué debemos hacer nosotros los cristianos que estamos llamados a ser la luz y la sal de este mundo?
La respuesta nos la da el apóstol Pablo cuando escribe: "No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal" (Rom.12:21). En este verso, está haciendo una exhortación que resume la actitud que todo creyente debiera tener contra el mal, que no puede ser pasiva ni indiferente. Es decir, no es cuestión de soportar el mal, sino que debe ser confrontado y transformado mediante el bien. Y esa respuesta o acción no puede ser de carácter vengativo o violento, sino que debe ser valiente y basada en el ejemplo y las enseñanzas del Señor Jesucristo.
VALENTÍA
Vencer el mal con el bien no significa callar ante la maldad, implica actuar con valentía, aunque eso conlleve persecución y rechazo. Esa valentía que nos da el Espíritu Santo para proclamar la verdad será siempre desde el amor, nunca desde el odio ni la venganza.
EJEMPLOS DE VALENTÍA
1) JUAN EL BAUTISTA denunció públicamente y valientemente el pecado de la autoridad política, Herodes, sabiendo que eso le costaría la libertad y posteriormente la vida (Marcos 6:17-29). Su denuncia no fue instigada por el odio, sino por amor a la verdad y buscando el arrepentimiento de Herodes.
2) ESTEBAN, el primer mártir de la iglesia, fue asesinado por proclamar el evangelio de Jesucristo a los religiosos judíos que se jactaban de conocer la verdad. Lo hizo con valentía, gracia y motivado por amor al Señor, no obstante lo lapidaron, pero fue capaz de decir antes de morir: "Señor no le tomes en cuenta este pecado" (Hechos 7:60)
3) PABLO en Atenas (Hechos 17) habló con valentía, respeto y sabiduría ante los filósofos griegos, señalando el error de la idolatría y presentando el evangelio de Jesucristo. No atacó a las personas, sino que expuso la falsedad y ofreció la verdad.
4) El SEÑOR JESÚS sanó y enseñó en día sábado, desafiando las interpretaciones legalistas y mostrando el verdadero sentido de la ley que era el bien del ser humano (Marcos 3:1-6). Su valentía fue siempre en favor de la vida, la compasión, la verdad y por ello fue perseguido, acusado injustamente y crucificado.
Lamentablemente, nuestro mundo cristiano actual - más egocéntrico que teocéntrico - está enfocado en la bendición material, en no enfermar, y en conseguir dádivas de Dios, por tanto, ante la maldad "mira para el otro lado", pues está en un estado pasivo, cómodo, tibio y cobarde. Vencer el mal con el bien requiere coraje para denunciar el pecado, proclamar la verdad y actuar en favor de la justicia, en amor y buscando la redención y no la condena.
Se requiere valentía para asimilar las palabras que el Señor nos dijo: "Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán" (Juan 15:20). ¿Está dispuesto a ser un(a) valiente en este tiempo que vivimos?
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