CREER ES DIFERENTE A CREERLE
Como cristianos, es vital reconocer la diferencia entre "creer en Dios" y "creerle a Dios".
Cuando "creemos en Dios" estamos simplemente reconociendo su existencia. Al "creerle a Dios", estamos confiando plenamente y activamente en su Palabra y sus mandamientos, y buscamos practicarlos por fe en la vida diaria.
Recordemos que los demonios "creen" en Dios (Santiago 2:19), pero no le obedecen. Tengamos cuidado de que no nos pase lo mismo, que conociendo las Escrituras, e incluso memorizando versículos, no los pongamos en práctica, pues no usamos diariamente la medida de fe que Dios nos ha dado (Rom.12:3).
Si leemos en su Palabra: "La paz les dejo, mi paz les doy; no se las doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tengan miedo" (Juan 14:27). Como cristianos que aspiramos a "creerle", debemos practicar por fe esa promesa, en medio de las tormentas de la vida, pues también nos ha dicho: “Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20).
Ejercitar la fe es enfocarse en Su palabra y no en las circunstancias, y cuando lo hacemos, experimentamos paz en medio de la crisis. No olvidemos que el justo vive por fe (Rom.1:17).
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