LA FE SÓLIDA, ES UNA FE PROBADA
Amy Carmichael (1867-1951), fue misionera en India por más de 50 años, y ella escribió: "Una fe que no es probada, no puede ser confiable. Es decir, una fe sólida va a ser probada a través de pruebas tales como el dolor, la enfermedad, un accidente, u otras, para que nosotros lleguemos a darnos cuenta si nuestra fe está fundada en Dios mismo y Su Palabra, o en nuestros inestables sentimientos y emociones que se alimentan de las circunstancias. Por lo tanto, las pruebas purifican nuestra fe, para que repose únicamente en Cristo.
Cuando entendemos este proceso que Dios permite en nuestras vidas, podemos comprender cuando Santiago escribió: "Hermanos míos, tengan por sumo gozo cuando se hallen en diversas pruebas..." (Santiago 1:2), o cuando Pedro nos dice: "aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengan que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe...sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo" (1 Pedro 1:6,7).
Cuando el sufrimiento arrebata todo consuelo emocional, Dios nos llama a caminar por fe —no por vista (2 Cor.5:7)—, sosteniéndonos únicamente en Su fidelidad.
Comentarios
Publicar un comentario