EL DOLOR NO ES ACCIDENTAL

 

El dolor no es accidental; en las manos de Dios, es un cincel que forma en nosotros el carácter de Cristo. Por eso la Biblia dice: "Y sabemos que a los que aman a Dios, TODAS las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestino para que fuesen hechos CONFORME A LA IMAGEN de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos" (Rom.8:28,29).

La expresión "todas", incluye las cosas buenas, como también las malas, es decir; el dolor, el sufrimiento, la injusticia, la enfermedad, los problemas de todo tipo que nos afectan. Todo aquello Dios lo usa para transformarnos a la imagen de Jesús.

Y Pablo agrega: "Por tanto, nosotros, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos TRANSFORMADOS de gloria en gloria en la MISMA IMAGEN, como por el Espíritu del Señor" (2 Cor.3:18).