LO TEMPORAL O LO ETERNO

 


Hay un verso que ha alimentado mi espíritu y se los comparto: “No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2 Cor.4:18). 

Que importante es cultivar esta actitud de fe que Pablo nos comparte, y practicarla. ¿Cómo se la practica? Comprendiendo que todo lo que nos está pasando hoy, el próximo mes o el próximo año será pasado y quizás ni nos acordaremos. Por eso es importante, no dejarse deprimir, o amargarnos por las circunstancias que podamos estar viviendo, pues todo eso es pasajero. Por tanto, decidamos la actitud de fe de anclar  nuestra mente y emociones al Señor, que es la Roca inconmovible. 

Cuando aprendemos a vivir de esa manera, es decir, “no poniendo nuestro énfasis en los que se ve, sino en lo eterno que no se ve”, comenzamos a experimentar la vida que Pablo vivía enfocada en el Señor. Él nos dice: “que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos, llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos  (2 Cor.4:8-10) 

Una cosa es lo que pasa fuera de nosotros; las circunstancias temporales, otra muy distinta, lo que está dentro de nosotros; el Señor eterno. ¿Dónde pondrá su énfasis; en lo temporal o en lo eterno? 

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA NEUROCIENCIA Y LA BIBLIA

¡DESPIERTA!

¿QUÉ SE CELEBRA?