ABRAHAM Y LA NEUROCIENCIA


Un buen ejemplo bíblico de como funciona la Neurociencia, es Abraham a quien Dios le enseñó a cambiar su mente, aunque sus circunstancias externas parecían imposibles (Gen.15). 

El relato nos muestra a un anciano pagano que tenía una esposa estéril, al que Dios le prometió un hijo, y una gran descendencia con la que formarían una nación. Y Dios le dijo algo muy simple: "Ahora mira el cielo y cuenta las estrellas, si te es posible contarlas. Y le dijo: Así será tu descendencia"(Gén.15:5) 

A través de este mandato, Dios le enseño a Abraham a cambiar su arquitectura mental a través de un proceso de transformación en su manera de pensar, de una manera muy simple que repetía cada noche. Debido a que este anciano le creyó a Dios, miraba las estrellas y trataba de contarlas, imaginando como sería su descendencia. Este ejercicio lo hizo cada noche por semanas, meses y años, y mientras más practicaba, más real se iba convirtiendo esa promesa. No sólo las carreteras neuronales de su cerebro iban cambiando, sino que al mismo tiempo su amor por Dios iba creciendo, al punto que cuando nace ese hijo y el Señor se lo pide en sacrificio, él no dudó, pues su mente y corazón habían sido transformados (Rom.12:2).

Fue tal su transformación neuronal, que Pablo nos dice en Romanos 4: "Él creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años, o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó por incredulidad de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia" (Rom.4:18-22) 

Se da cuenta querido lector(a)? La fe no crece por arte de magia, sino por oír la voz de Dios, creerla y practicarla diariamente, aunque las circunstancias digan totalmente lo contrario, pues esa relación está basada en el amor y no en la emociones cambiantes o las situaciones dolorosas. Por eso es que Abraham practicó noche a noche el creer contra toda esperanza, no se debilitó en la fe al considerar sus circunstancias, no dudó de Dios pues le conocía y su fe que obró por el amor (Gal.5:6) le fue "contada por justicia" (Rom. 4:22). Todo este ejercicio diario, cambió la mente de este anciano, pues le creyó a Dios. 

Dios no hizo magia con Abraham, le enseñó a trabajar su mente, modificando sus pensamientos, sus emociones, sus estados de ánimo y su forma de vivir. De un viejito pagano e imperfecto, Dios transformó su manera de pensar para convertirlo en el padre de fe, pues aprendió a conocer al Padre y a amarlo.

Por tanto, nuestro desafío diario no es sólo creer en Dios en el modo religioso, sino creerle y practicar su Palabra, no a veces sino diariamente pues en esa relación nuestro amor por Él va creciendo. 

LA BIBLIA COMPROBADA POR LA NEUROCIENCIA

  Es muy interesante el darnos cuenta que lo que la Neurociencia está demostrando, comprueba totalmente lo que la Biblia dice. El problemas nuestro, es que hemos recluido la Palabra al ámbito religioso, privándonos de vivir como Dios ha diseñado. (Continuará mañana en el siguiente post)

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