PERO

 


Cuando leemos la Biblia, tenemos la tendencia a enfocar en aquellas porciones que nos hablan de bendición y prosperidad, sin prestar mucha atención a ciertos detalles que son vitales para que se cumplan las promesas de Dios.

Por ejemplo, en Isaías 40:30 y 31 tenemos un texto que nos gusta mucho pues Dios promete que cuando nos fatiguemos, nos cansemos o incluso flaqueemos y caigamos, el Señor nos dará nuevas fuerzas a tal punto que nos sentiremos como majestuosas águilas volando sin cansarnos o fatigarnos. ¡Qué tremendas promesas!

El problema con esa lectura, es que hemos pasado por alto la partícula PERO. Ese "pero" es muy importante, pues significa que para poder recibir todas esas promesas, primero debemos aprender a ESPERAR en el Señor.  ¿Qué significa esperar? Es decidir activamente confiar en Dios, sin permitir que el miedo nos desanime, y con la certeza que Su Palabra se cumplirá de acuerdo a Su tiempo y voluntad. Esperar significa activar nuestra fe con los ojos puestos en el Señor y no en las circunstancias.

¿Está aprendiendo a "esperar" en el Señor?



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