AMOR INCONDICIONAL

 



A veces pensamos que el amor de Dios se parece al que expresamos nosotros; condicional, selectivo, y egoísta. Condicional, porque cuando alguien nos decepciona, dejamos de amarle. Selectivo, pues amamos solamente a aquellos que piensan y creen como nosotros. Egoísta, ya que buscamos que alguien nos ame para hacernos sentir felices, o hacemos gestos de amor para que nos amen.

El amor de Dios no es así, por tanto, es incomprensible para nosotros. Su amor es incondicional. Nos ama a pesar que no le amemos de la misma manera. Nos ama aunque estemos muy lejos de Él y viviendo libertinamente. Nos sigue amando, aunque seamos ciegos a Su amor.

¿Significa eso que Dios avala el que vivamos vidas desenfrenadas y lejos de Él? No, para nada. 

Su amor se hizo carne en Jesús, quien murió en la cruz para que nosotros, que estábamos lejos, pudiéramos experimentar ese amor que nos transforma y nos capacita para poder amar incondicionalmente. Por eso la Escritura dice: "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados" (1 Juan 4:10)

Si ha experimentado el amor de Dios, ¿Está amando condicional o incondicionalmente?





Comentarios

Entradas populares de este blog

LA NEUROCIENCIA Y LA BIBLIA

A JESUS NO LO CRUCIFICARON LOS ROMANOS, SINO NUESTROS PECADOS

¡DESPIERTA!