SI SÉ QUE DIOS ESTÁ CONMIGO, YA NO IMPORTA QUIEN ESTÉ CONTRA MÍ
Sin duda esta frase es motivante: "David no necesitaba conocer la fuerza de Goliat, porque él conocía la de Dios". Al leerla, nos identificamos con el joven pastor y hasta nos imaginamos matando a Goliat. El problema es que confundimos la experiencia de David con Dios, con el hecho que nosotros conocemos esa historia y algunos versículos bíblicos.
David fue entrenado desde temprana edad a confiar en Dios, y supo por experiencia de Su poder cuando mataba a los osos, lobos o animales feroces que amenazaban su rebaño. El temor que sintió, fue desapareciendo al experimentar el poder de Dios, por eso es que cuando se enfrentó a Goliat, no vio su porte, porque conocía el poder que iba con él.
Nosotros en cambio, conocemos porciones bíblicas, y creemos que conocemos a Dios, pero si vivimos cada día llenos de temores: temor al futuro, a la soledad, a la enfermedad, a no tener dinero, a la situación política, a perder el trabajo, y la lista de preocupaciones podría ser infinita. ¿Dónde está Dios en nuestro día a día? Si nuestra lista de temores es más grandes que Dios, entonces no le conocemos.
Si realmente Le conociéramos, viviríamos cada día sabiendo lo que sabía David, que: "Si Dios está conmigo, quien contra mí" (Rom.8.31).
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