VIVIR EL PRESENTE
¿Por qué nos sentimos mal? Porque no hemos aprendido a vivir. Podemos ser adultos y aun no hemos aquilatado el don de la vida. Si pasamos cada día llenos de pensamientos amargos del PASADO, sintiendo que la vida ha sido injusta con nosotros, que Dios no nos ama, que hemos sido victimas de otras personas, lo que pasará es que lentamente nos iremos rindiendo a esos pensamientos oscuros y la DEPRESIÓN comenzará a acecharnos hasta alcanzarnos.
O si vivimos pensando en que haremos si quedamos sin trabajo, sin dinero, si nos enfermamos, si nos quedamos solos, es decir, si empezamos a ver un FUTURO amenazante, la ANSIEDAD comenzará a consumirnos.
En ambas situaciones, estaremos viviendo mal, pues nos estamos rindiendo al TEMOR. Aprender a vivir, implica obedecer a Dios y tomar en serio Su manual de vida. La Biblia dice: "El perfecto amor, echa fuera el temor" (1 Juan 4:18) No obstante optamos por vivir en temor, y las consecuencias son la depresión o la ansiedad. ¿Qué tal si comenzamos a obedecer y a vivir más en Su amor? El Señor nos dice: "Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto PIENSEN" (Fil.4:8) Aprender a vivir, es reaprender a pensar.
Vivir el PRESENTE, es vivir el REGALO que Dios nos da cada día que despertamos. No lo desperdicie pensando en lo que no existe, el pasado ya pasó, y el futuro no ha llegado, todo lo que tiene, es el presente.
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