TRANSFORMACIÓN
Jesús comenzó su ministerios diciendo: "Arrepiéntanse por que el reino de los cielos ha llegado" (Mt.3:2). Muchas personas piensan que la expresión "arrepentirse", significa "golpearse el pecho" o tener pesar por el daño o los pecados cometidos, pero después de un tiempo, siguen con la misma conducta, lo cual no es arrepentimiento, sino remordimiento.
La palabra "arrepentimiento", que proviene del término griego "metanoia", significa "cambio radical de manera de pensar", o como muchas veces se dice, "es un cambio de vida de 180°.
Por lo tanto, vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, implica una "transformación" interior, y no sólo cumplir ritos exteriores. Y así es como Pablo lo expresa: "No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cómo es la voluntad de Dios; buena, agradable y perfecta" (Rom.12:2).
Y es muy interesante que el término que el apóstol usa para expresar el cambio radical de manera de pensar, es la palabra griega "metamorfosis" (transformación) que es el mismo proceso que sufre la oruga para convertirse en mariposa. Por lo tanto, el verdadero cambio de vida o arrepentimiento, al seguir las enseñanzas de Jesús, se verá en nuestra transformación interior, es decir si seguiremos pensando y viviendo como orugas que se arrastran o como mariposas que vuelan.
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