SALMONES CONTRA LA CORRIENTE

 


Vivimos en un mundo que es como un río impetuoso, que nos arrastra. Una sociedad materialista y superficial, donde las cosas importantes, paradojalmente no importan. En ese sentido, me parecen muy atinadas las palabras del escritor Eduardo Galeano, quien escribió: "Vivimos en un mundo donde el funeral, importa más que el muerto. Donde la fiesta de bodas es más importante que el amor y el físico importa más que el intelecto. Vivimos en la cultura del envase, que desprecia el contenido".

Como cristianos, debemos despertar y darnos cuenta que en el mundo en que estamos viviendo, deberíamos ser como los salmones, que van contra la corriente y tomar en serio las palabras del apóstol Pablo, quien nos advierte que "no debemos poner la vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven, son eternas (2 Cor. 4:18).

Resulta pertinente preguntarse: ¿Valoro lo que tiene precio o aprecio lo que tiene valor? ¿Podría hacer una lista de las cosas que valora, y que no las cambiaría ni por todo el dinero del mundo?





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