EL TRIPLE FILTRO


Se conoce como el triple filtro de Sócrates a las tres preguntas, que nos permiten discernir críticamente todo aquello que se nos cuenta.

Imaginemos que alguien nos quiere comentar algo de alguien que es una persona cercana a nosotros, según Sócrates, antes de tomar todo lo que vamos a escuchar como verdad, debiéramos hacer estas tres preguntas:

1)      ¿ES VERDAD? En otras palabras, ¿Lo que me vas a decir de esa persona es verdad? Y seguramente lo que escucharemos será; “no lo sé, es lo que a mí me contaron”.

2)      ¿ES BUENO? Más bien  ¿Lo que me vas a decir es algo bueno, será para mí una bendición escucharlo? Pero como por lo general se trata de un particular punto de vista o un chisme, seguramente lo que se nos va a contar no es nada bueno.

3)      ¿ES ÚTIL? Por último; ¿Lo que me vas a decir de mi amigo es algo útil para mí? Y de nuevo, lo más probable es que nos digan, que no lo será.

Por lo tanto, Sócrates enseñaba: “Si lo que me vas a contar de esa persona, no te consta que es verdad, no será bueno para mí, y tampoco útil o no será una bendición para mí ¿Para qué me lo cuentas? o ¿Para qué quiero yo saberlo?”

Hoy que ya no soy el Líder de una congregación, y habiéndolo sido por más de 25 años, sé que una de las cosas que más abunda en la iglesia institucional, lamentablemente es el chisme, la murmuración y el juicio, originando con ello malos entendidos y dolor. No sería malo aplicar este simple filtro de esas tres preguntas que evitarían mucho sufrimiento e interpretaciones erróneas.

Lo curioso es que el Señor dijo claramente: “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. (Mateo 5:23,24) En otras palabras, “si tú eres un creyente y sabes que tu hermano tiene algo en contra tuya o te contaron algo que te hace pensar aquello,  ¿Por qué no vas y conversas directamente con él o con ella y le haces todas las preguntas para salir de tus dudas y arreglas el tema? No hacer esto directamente con la persona, sólo ocasiona más malos entendidos, chisme, murmuración, juicio y dolor innecesario. Todo esto es contrario al amor de Dios, que siempre busca la verdad.

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