ESPERAR EN SILENCIO


No son pocas las personas que al leer la Biblia, se sorprendan cuando se refiere a David como un "varón conforme al corazón de Dios". De hecho esta expresión se halla en el Antiguo Testamento (1 Sam.13:14) y en el Nuevo Testamento (Hech.13:22). Y llama la atención este aparente elogio de parte de Dios para un hombre que en su vida tuvo grandes fracasos personales, y profundas derrotas morales, donde destaca el adulterio con Betsabé y la muerte de su esposo Urías. 

Por cierto, David era un hombre valiente y buscaba de todo corazón servir a su Señor, a pesar de todos sus ripios morales. Y como lo que se siembra se cosecha, David cosechó el sufrimiento y el dolor durante su vida, pagando el precio por sus pecados. 

No obstante, siempre buscó con fervor a Dios. Las lecciones que aprendió David a través del dolor, las dejó escritas en las canciones y poemas que compuso, que se encuentran en el libro de los Salmos. Permítame un par de ejemplos:

"Espero en silencio delante de Dios, porque de Él proviene mi victoria" (Salmo 62:1)

"Guarda silencio ante el Señor; espera con paciencia que Él te ayuda" (Salmo 37:7)

SILENCIO

La palabra que en ambas oraciones se repite es "silencio". 

Cuando se sufre, sea cual sea la razón, hay dos caminos: volcar el dolor en uno mismo, con la consecuencia que éste se vuelve insoportable, pues la persona se coloca en el papel de víctima, y ese sufrimiento auto infligido finalmente la va matando por dentro. O ese dolor se le entrega genuinamente a Dios, responsabilizándose por los actos cometidos, y cuando esto se ejercita con lágrimas y gemidos, aparece el silencio.

El silencio al que me refiero, no es sólo estar con la boca cerrada, sino cuando callamos "por dentro". Esto es un desafiante ejercicio espiritual, pues aunque no emitamos palabras audibles, nuestra mente siempre está  en constante ruido, y muchas veces es un hervidero de pensamientos tóxicos y destructivos, tales como; "no sirves", "otra vez la embarraste", "nunca vas a aprender", "eres un fracaso", "tu vida no vale la pena", "Dios no te ama", etc."

Cuando David dice: "Espero en silencio delante de Dios, porque de Él proviene mi victoria" (Salmo 62:1), "Guarda silencio ante el Señor; espera con paciencia que Él te ayuda" (Salmo 37:7). Me parece que él está hablando del silencio interior, donde se experimenta el estar "en lo secreto con Dios" (Mt.6:6) y donde Su presencia inunda todo el ser, y se experimenta Su plenitud que sana todo dolor, y se puede exclamar con toda propiedad: "Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en la senda eterna" (Salmo 139:23,24)

PRACTICANDO EL SILENCIO 

El Señor nos dejó la siguiente enseñanza para practicar el silencio, y que tal vez no hemos tomado con la responsabilidad necesaria: "Mas cuando tu ores, en tu aposento, y cierra la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uses vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos" (Mt.6:6,7) 

Y recuerda, como cristianos, no somos el ruido de afuera, sino el silencio de dentro.




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