C.A. CRISTIANOS ANONIMOS

La Biblia dice: "¿O no saben que su cuerpo es TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO, QUE MORA EN USTEDES, el cual tienen de Dios, y que no son de ustedes? Pues han sido comprados por precio. Por tanto, glorifiquen a Dios en su cuerpo". (1 Cor.6:19.29)  Si tan sólo dejáramos de interpretar las Escrituras de manera religiosa, y la leyéramos como niños, seguramente entenderíamos que la Palabra dice claramente que Dios vive en nosotros. Tal vez en ese momento, dejaríamos de buscarlo afuera, en templos de ladrillos o en ritos bien intencionados. El filósofo norteamericano Ralph Waldo Emerson lo dijo magistralmente: "Lo que está detrás de ti y lo que está frente a ti, palidece con lo que está dentro de ti". Dios vive en nosotros. ¿Se da cuenta de eso? En el momento en que como niños creyéramos a Dios, y viviéramos lo que dice Pablo en su carta a los Corintios, dejaríamos de vivir con el temor del pasado o la ansiedad del futuro y viviríamos el presente como un regalo de Dios, valoran

No son pocas las personas que al leer la Biblia, se sorprendan cuando se refiere a David como un "varón conforme al corazón de Dios" . De hecho esta expresión se halla en el Antiguo Testamento (1 Sam.13:14) y en el Nuevo Testamento (Hech.13:22). Y llama la atención este aparente elogio de parte de Dios para un hombre que en su vida tuvo grandes fracasos personales, y profundas derrotas morales, donde destaca el adulterio con Betsabé y la muerte de su esposo Urías.  Por cierto, David era un hombre valiente y buscaba de todo corazón servir a su Señor, a pesar de todos sus ripios morales. Y como lo que se siembra se cosecha, David cosechó el sufrimiento y el dolor durante su vida, pagando el precio por sus pecados.  No obstante, siempre buscó con fervor a Dios. Las lecciones que aprendió David a través del dolor, las dejó escritas en las canciones y poemas que compuso, que se encuentran en el libro de los Salmos. Permítame un par de ejemplos: "Espero en silencio delante de

En  Su Palabra el Señor nos manda arrepentirnos para poder vivir de acuerdo al Reino de los Cielos aquí en la tierra (Mt.4:17). Eso significa que debemos cambiar radicalmente nuestra manera de pensar. Esto parece simple, pero no lo es, requiere un esfuerzo diario de ir cambiando creencias profundas que son las que nos hacen actuar y vivir del modo que lo hacemos. Una creencia humana muy arraigada, es creer que todo lo que nos sucede, toda circunstancia que vivimos, naturalmente afecta nuestros estados de ánimo. Es decir, si vivimos circunstancias felices, somos felices por "dentro", pero si al contrario, experimentamos circunstancias tristes o desgraciadas, entonces automáticamente, debemos sentirse desdichados por   "dentro". VASOS DE BARRO No obstante, Pablo vivió y enseñó que un cristiano no tiene por qué vivir como un esclavo de las situaciones que vive y debe hacer una diferencia entre lo que pasa afuera y lo que pasa adentro. Él dijo: "Pero tenemos es