LA MENTIRA DISFRAZADA DE VERDAD
Cierto día la Mentira y la Verdad se encontraron, y se
escuchó el siguiente diálogo:
“Lindo día” dijo la Mentira. “Así es, es un lindo día” dijo
la Verdad. “Hace mucho calor” dijo la Mentira. “Sí, hace mucho calor” dijo la
Verdad. “Mira que hermoso está el lago”, dijo la Mentira. “Tienes toda la razón”,
dijo la Verdad. “¿Qué tal si nadamos un rato?”, dijo la Mentira. “Sería
estupendo” dijo la Verdad. Y ambas llegando a la orilla, se sacaron sus ropas y
comenzaron a nadar.
Al rato, la Mentira salió del agua, se vistió con las ropas
de la Verdad y se fue. Todos los que la veían, la saludaban y le sonreían.
Cuando la Verdad salió del agua, no pudo vestirse con los
ropajes de la Mentira, así que comenzó a caminar desnuda y todos al verla se
horrorizaban.
ACTUALIDAD
Desgraciadamente, esto es lo que está pasando en nuestro mundo hoy. Parece más cómodo aceptar la Mentira disfrazada de Verdad, que atreverse a aceptar a la Verdad desnuda, pues esta última implica un pensamiento crítico que traerá la complicación de ir contra la corriente.
Jesús dijo: “Si ustedes permanecen en mi palabra, serán
verdaderamente mis discípulos, y conocerán la verdad y la verdad los hará
libres”(Juan 8:32). Cuando entendemos esta expresión - que no sólo significa saberse versos bíblicos de memoria - nos damos cuenta que la verdad no se
circunscribe al ámbito de la iglesia institucional o religioso, sino que se
extiende a toda la vida. Es comprender que la Verdad no es un concepto, es una
persona llamada Jesús. Quien fue categórico cuando dijo; “Yo soy la Verdad” (Juan 14:6), pues
Él es el Rey y si nosotros aspiramos a ser sus súbditos, debemos
aprender a vivir en el reino en obediencia a sus mandatos, “siendo astutos como serpientes
y mansos como palomas”(Mt.10:16), “esforzados y valientes” (Jos.1:9), "viviendo en amor y no en temor" (1 Juan 4:18), "pues Él está con nosotros
hasta el fin de los tiempos" (Mt.28:20), y por cierto, siendo
"sal y luz"(Mt. 5:13,14) en una sociedad cada vez más
corrupta y en tinieblas.
Por lo tanto, un discípulo de Cristo que busca vivir en la Verdad, no debiera ser
manipulado por los medios de masas, los políticos o las “fake news”, pues sabe
que si bien "está en este mundo, no es de este mundo" (Juan 17:15-18) y que vive para glorificar
a Dios en todos los ámbitos de su vida. (Isaías 43:7)
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