UNA SEÑAL

Leer los periódicos hoy por hoy, es algo deprimente, pues pareciera ser una competencia de noticias malas, alarmantes, y que generan temor e inseguridad. Pero a veces están esa noticias raras, que sobresalen porque son un rayo de esperanza, y que muestran la enorme misericordia de Dios, y por eso la comparto. 

Ocurrió la semana pasada en la ciudad de Wellington, Nueva Zelanda. La joven universitaria de 22 años Brooke Lacey, llegó a su auto estacionado fuera del centro comercial, y encontró una nota en su parabrisas. Pensando que era alguna multa, no la leyó hasta que llegó por la tarde a su casa. Y cuando lo hizo, su sorpresa fue mayúscula. La nota decía así:   

"Tu cartel me salvó la vida hoy. Salí de mi casa con la intención de suicidarme y pedí una señal, cualquiera que me indicara si estaba o no haciendo lo correcto. Y vi tu auto en el estacionamiento. Gracias". 

Y es que ella casi lo había olvidado, meses atrás, y debido a la gran cantidad de suicidios producto de la pandemia - y que los medios no informan - ella decidió pegar en la parte trasera de su carro, el siguiente cartel: "POR FAVOR, NO TE QUITES LA VIDA HOY. EL MUNDO ES MUCHO MEJOR CONTIGO EN ÉL, MÁS DE LO QUE TÚ CREES, QUÉDATE".

Posteriormente, ella posteo en twitter, la foto de la nota y del letrero de su auto, con la esperanza que la persona se comunicara con ella. Sin embargo, tuvo tanto impacto su publicación, que más de 600 personas le postearon señalando que había copiado su mensaje y los habían estado dejando en diferentes lugares de la ciudad, para esas personas que piden esa señal al cielo.

Esta noticia me hizo pensar en lo importante es mostrar compasión por otros, con pequeños detalles anónimos, verdaderos actos de amor por otros. En otras palabras, dejar que nuestra luz brille en medio de tanta oscuridad.