¿TERMOSTATOS O TERMÓMETROS ESPIRITUALES?

 


A modo de ejercicio intelectual y también espiritual, vamos a suponer que existen dos tipos de cristianos; el CRISTIANO TERMÓMETRO y el  CRISTIANO TERMOSTATO. El primero es afectado por la temperatura exterior, es decir, su estado de ánimo, pensamientos y emociones dependerán de las circunstancia externas y no por Dios (aunque dice creer mucho en Él). En cambio el cristiano termostato perseverará y mantendrá una actitud de fe y confianza en Dios, aunque una tormenta de temor e inestabilidad comienza a arreciar en el exterior.

El apóstol Pablo era un “termostato” y lo notamos por la manera en que enfrenta los tiempos complicados. El escribe lo siguiente: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados, en apuros, mas no desesperados, perseguidos, mas no desamparados; derribados pero no destruidos”(2 Cor.4:7-9). Como vemos, este cristiano termostato, no refleja la temperatura externa de las circunstancias que el describe como; tribulación, angustia, persecución y desesperanza, sino que la temperatura espiritual se la otorga el tesoro que está dentro de él, pues ha aprendido a que si “Dios está por él, quien contra él” (Rom.8:31).

Por otro lado, es triste que un cristiano termómetro que conoce este mismo texto, lo lee de esta manera: "Aunque he escuchado muchas veces que el tesoro que es Dios está en mí, pues yo soy un vaso de barro; cuando estoy atribulado por los problemas, me siento súper angustiado e irritable; cuando estoy en apuros económicos, ando muy desesperado y no sé qué hacer; cuando me persiguen los problemas de todo tipo, me siento tremendamente desamparado e incluso me enojo con Dios porque no me ayuda, y cuando siento derribado que no doy más, me siento como un gusano destruido". Como vemos, esta persona tiene su enfoque en él, en sus emociones que son una reacción a las circunstancias que vive, pues no ha aprendido a depender de Dios.

Cada día, es un presente que Dios nos da, para que el en ejercicio de nuestro libre albedrío, decidamos vivir como un cristiano termóstato y no como un mero termómetro, entendiendo que todo lo que Dios permite que vivamos, es para que aprendamos a vivir “con los ojos puestos en Jesús, el autor y consumador de la fe” (Hebreos 12:2)

Resumen de las charlas de Cristianos Anónimos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA PAZ QUE SE VIVE POR LA FE

CREER EN DIOS, NO ES LO MISMO QUE CONOCERLE

DOS TIPOS