ME DUELE LA REALIDAD

 


Estamos viviendo en una cultura de la muerte, que tristemente se ha normalizado. Las madres celebran el asesinato de sus hijitos (ABORTO) y los hijos están aprendiendo a matar a sus padres (EUTANASIA). ¿Cómo puede esta barbarie ser normal? ¿Cómo se le puede llamar a este genocidio globalista, progreso humano?

Si bien se cumple la eterna palabra del Señor, donde a lo "malo se le llama bueno, y a lo bueno se llama malo" (Isaías 5:20), eso no puede dejar impasible a los cristianos, quienes estamos llamados a ser luz y sal (Mateo 5:13-16), en medio de una sociedad en tinieblas, corrupta y sin Dios.

Por lo tanto, usemos estos medios de comunicación para levanta nuestra voz, aunque parezca que estamos clamando en el desierto, para decir que lo malo es malo y que el aborto y la eutanasia son pecado contra Dios, pues sólo Él tiene el poder de dar la vida y quitarla (Job 1:21)

Para que el mal triunfe, sólo se necesita que las personas cristianas no hagan nada.

¿Qué harás tú?


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