LA ORACIÓN DE KANSAS
Corría el año 1996, cuando el Senado de Kansas (USA) le pidió a un pastor local de nombre John Wright, que abriera la sesión inaugural con una oración. Por lo tanto todos los senadores se aprestaron para escuchar una típica plegaria protocolar, no obstante, esta fue su oración:
"Señor, venimos delante de Ti en este día, para pedirte perdón y para pedir tu dirección. Sabemos que tu Palabra dice: "Maldición a aquellos que llaman a lo bueno, malo y a lo malo, bueno" y es exactamente lo que hemos hecho.
Hemos perdido el equilibrio espiritual, y hemos cambiado los valores de tu Palabra. Hemos explotado al pobre y a eso le hemos llamado "suerte".
Hemos recompensado la pereza y la hemos llamado "ayuda social". Hemos matado a nuestros hijos que aún no han nacido, y hemos llamado a ese asesinato, "libertad para disponer del cuerpo".
Hemos sido negligentes al disciplinar a nuestros hijos, y nos hemos escudado en que eso es "cuidar su autoestima".
Hemos abusado desde el poder, nos hemos corrompido, y a eso le hemos llamado "hacer política". Hemos codiciado los bienes de nuestro vecino, y a eso le hemos llamado "tener ambición".
Hemos contaminado las ondas de radio, la televisión, el cine con violencia exacerbada, chismografía banal y pornografía, y a todo eso le hemos llamado "programas para personas con criterio formado o libertad de expresión".
Hemos ridiculizado los valores cristianos y que nuestros padres nos enseñaban, pues en estos "días de progresismo están obsoletos".
Oh Dios, mira en lo profundo de nuestros corazones, y purifícanos y perdona todos nuestros pecados. Amén"
Apenas terminó su oración, la reacción no se hizo esperar. Un parlamentario abandonó la sala mientras oraba y otros criticaron al pastor calificando su plegaria como "un mensaje de odio e intolerancia".
NUESTRO PRESENTE
Si bien esta situación ocurrió hace casi treinta años atrás, muestra el estado de esta sociedad que sigue empeorando, y esa oración podría hacerse hoy día en el Senado de muchos países, incluyendo el nuestro. Y es que un sector de la casta política, quiere a toda costa deshacerse de Dios.
En nuestro país, una diputada ya había presentado la moción de no abrir más las sesiones de la Cámara de Diputados, con la expresión; "en el nombre de Dios". Y en los últimos días, en otra de las delirantes mociones presentada por una convencional, interviniendo en la Comisión de Derechos Fundamentales de la Convención Constitucional, expresó "que Dios ha violado los derechos humanos"...sin comentarios.
Para que el mal triunfe sólo se necesita que los cristianos, que estamos llamados a ser luz y sal, no hagamos nada, y sigamos cómodamente cantando en los templos.
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