CREADOS CON UN SÓLO PROPÓSITO
Cuando Dios creó los árboles, le habló a la tierra
(Gen.1:11) Cuando Dios creo los peces, le habló al mar (Gen.1:19) Cuando Dios
creó al hombre, se habló a sí mismo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y
semejanza” (Gen.1:26)
Por eso, si arrancas un árbol de la tierra, muere. Si sacas un pez del agua, muere. Si el hombre se desconecta de Dios, se seca, espiritualmente muere.
Y es que Dios nos creó para que nuestro entorno natural fuera Él, nos
creó para vivir en el amor de Su presencia (Is.43:7). Nos creó para ser fructíferos
conectados a Él. (Juan 15:5)
Finalmente, la tierra sin árboles, sigue siendo tierra, pero
el árbol sin la tierra es nada. El agua sin peces sigue siendo agua, pero los
peces sin agua son nada. Dios sin el ser humano, sigue siendo Dios, pero una
persona sin Dios vive sin propósito, pues sin Dios somos nada.
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