LA DECADENCIA Y CAIDA DE UNA CULTURA - PARTE TRES Y FINAL
LA DECADENCIA MORAL
Black muestra que hay tres importantes tendencias que demuestran la descomposición moral: 1) El crecimiento de la inmoralidad 2) La descomposición de las creencias religiosas 3) La devaluación de la vida humana.
Y triste ver como la humanidad no aprende las lecciones de la historia e invariablemente la repite, como lamentablemente está ocurriendo hoy. De hecho, el historiador inglés Edward Gibbon publicó en el año 1776, es decir, en el siglo XVIII un libro que mostraba las causas del derrumbe del imperio romano en su libro "La declinación y caída del Imperio Romano" y él mostraba "como los líderes del imperio se entregaron a los vicios que llegaban del extranjero, debido a ello la moral colapsó, las leyes se volvieron opresivas y el abuso de poder hizo que la nación fuera vulnerable a las hordas bárbaras".
Como vemos, la inmoralidad no es algo eminentemente moderno. Por otro lado, la historiadora británica Catherine Edwards, en su estudio de la "Política de la Inmoralidad" de la antigua Roma, dice que los anticonceptivos, el aborto y el abandono de los niños pequeños o recién nacidos, eran parte de la vida común en Roma. Si los esposos creían que el hijo no era suyo, simplemente no lo reconocían. De hecho, un bebé romano no existía legalmente hasta que su padre lo aceptaba.
Como vemos, la vida de los niños no valía mucho en los últimos días del Imperio Romano, y como se les veía como una carga innecesaria, el aborto, el infanticidio o venderlos como esclavos, se volvieron prácticas "habituales y normales".
Las costumbres y la vida social cayeron en el desenfreno. Bajo el emperador Justiniano, el entretenimiento se volvió obsceno y desenfrenado. Las orgías en los banquetes eran comunes. La homosexualidad y el bestialismo se practicaban abiertamente. Bajo el cruel emperador Nerón, los cristianos fueron culpados del gran incendio de Roma y fueron perseguidos horriblemente. La historia cuenta como los cristianos eran untados en brea para iluminar las fiestas que Nerón daba.
Pero no sólo en la cultura romana encontramos toda esta decadencia moral, también se encuentran estos patrones en otras civilizaciones. En Grecia, la música de los jóvenes se volvió desenfrenada y grosera. El entretenimiento popular y vulgar. La promiscuidad, el homosexualismo, y las borracheras eran parte de la vida cotidiana.
En Cartago, el culto de Baal pasó a la diosa de la tierra Tania, y llegó a considerarse que los sacrificios de niños a la diosa de la fertilidad aseguraban mejor productividad, mayores ganancias y larga vida.
NUESTRA SOCIEDAD
Es espeluznante ver el paralelo que existe con lo que hoy está pasando. Por supuesto no hacemos sacrificios de bebés a una diosa pagana, pero los abortos de niños superan con creces a todos los muertos de las dos grandes guerras, sacrificados en el altar de la conveniencia. Sin mencionar las prácticas sexuales con sus múltiples orientaciones, que son promovidas como un avance de la raza humana.
El filósofo e historiador norteamericano Russell Kirk expresó lo siguiente: "Me parece que nuestra cultura se encuentra en un estado avanzado de decadencia; que lo que muchas personas confunde por el triunfo de nuestra civilización en realidad consiste en poderes que están desintegrando nuestra cultura; que la cacareada "libertad de la democracia" de una sociedad libre, es en realidad, servidumbre a los apetitos carnales e ilusiones que atacan a la creencia religiosa; que borran las tradiciones y costumbres de vida".
Tal vez no es tarde para despertar, sobre todo si nos decimos cristianos, porque debemos estar a la altura de la ocasión o sufriremos un destino similar al que han sufrido otras civilizaciones del pasado. La tarea no es fácil, ya que los patrones de descomposición que se ven en otros países, supuestamente más avanzados, afectan también a nuestras naciones.
Hoy día asistimos a una descomposición política, social y espiritual, donde todo gira en torno al dinero. Donde la vida es barata al igual que en el pasado, hoy no se estrangulan niños, ni son vendidos como esclavos u ofrecidos a una diosa pagana, pero "el derecho al aborto libre y gratuito" es una horrenda muestra que la historia y la descomposición moral se está repitiendo. Sin mencionar, que la eutanasia o la muerte asistida para los ancianos o los enfermos, también es algo que se promueve como un derecho en las naciones "más desarrolladas". La vida, el don más precioso de Dios al ser humano, se ha vuelto barato.
Incluso los grupos que cacarean el valor de la vida como "ni una más" o "las vidas negras importan", nada dicen de las muchas que son asesinadas en los vientres de sus madres. Cinismo que sólo promueve causas políticas, pues que en realidad no les importa la vida humana.
Hoy en día, todo lo que se refiere a Dios, es sinónimo de lo anticuado, obsoleto y "patriarcal", y por tanto, hay que derrumbarlo en aras del "avance de la humanidad". En ese sentido, la iglesia cristiana no lo ha hecho mejor, pues en los tiempos que se viven lejos de mostrar amor y entendimiento de los tiempos malos que vivimos, un vasto sector sólo espera el rapto cantando en los templos. Que diferencia con la iglesia primitiva, que cuando las pestes azolaban las grandes urbes y los médicos huían, ellos se quedaban para socorrer a los que sufrían, o cuando en la Roma decadente los niños eran abandonados o vendidos como esclavos, ellos los rescataban y nutrían. Ellos si entendían las palabras del Señor Jesús: "En esto conocerán todos que son mis discípulos, si tuvieran amor los unos por los otros" (Juan 13:35)
Conozcamos la historia y aprendamos de ella, "esforcémonos y seamos valientes", pues Dios está con nosotros en medio de toda tormenta u escura decadencia humana.
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