C.S.LEWIS DE ATEO A DEFENSOR DEL CRISTIANISMO
C. S. Lewis es conocido ampliamente en el mundo cristiano como el autor de "Las Crónicas de Narnia". Sin embargo, él fue un connotado ateo hasta la edad de 33 años. He aquí algunas pinceladas de su vida y obra.
Nació en 1898, y desde su juventud decidió el camino del ateísmo, pues no le hacía sentido tanto dolor en el mundo. En 1917 se incorporó al ejército inglés que participó en la primera guerra mundial y cuando ésta terminó, estudió Filosofía en Oxford y Literatura donde a la edad de 27 años ya enseñaba ambas cátedras en dicha universidad. A Lewis se le reconocía su capacidad de argumentación, como también su estilo irónico y sutil. Durante todos estos años de intensa formación intelectual y de innumerables lecturas, sus autores preferidos no compartían su ateísmo. Uno de esos autores fue Chesterton (de quien me referiré en la próxima publicación) y de la impresión que causó en su vida, Lewis escribiría lo siguiente: "Nunca había oído hablar de él (Chesterton) ni sabía que pretendía. Tampoco puede entender demasiado bien por qué me conquistó tan inmediatamente. Se podría esperar que mi pesimismo, mi ateísmo y mi horror hacia el sentimentalismo hubieran hecho que fuera el autor con el que menos congeniase...al leer a Chesterton, no sabía dónde me estaba metiendo, pero Chesterton tenía más sentido común que todos los escritores modernos juntos...prescindiendo, por supuesto, de su cristianismo. Sin embargo después de leer su libro "Everlasting man", por primera vez vi toda la concepción cristiana de la historia expuesta de una forma que parecía tener sentido"
Con la lectura, Lewis, comienza a experimentar un mover
interior que le incomoda, y que comienza a derrumbar su ateísmo. Va sintiendo que
su dios filosófico y teórico, se va tornando en una presencia viva que comienza
a experimentar y de esta forma él relata este proceso espiritual:
"En mi habitación, noche tras noche mi mente se
apartaba del trabajo, y me acercaba continua e inexorablemente a Aquel con
quien no deseaba encontrarme. Al final, Aquel a quien temía profundamente cayó
sobre mí. Hacia 1929 me rendí, admití que Dios era Dios y, de rodillas oré.
Quizás fuera aquella noche el converso más desalentado y remiso de toda
Inglaterra. Hasta ese entonces, yo había supuesto que el centro de la realidad
sería algo así como un lugar. En vez de eso, me encontré con que era una
persona y esa persona era Jesucristo".
Dios guío a este hombre ateo, a través de la lógica, el
razonamiento y el contacto con escritores cristianos, a estudiar la Biblia.
Hasta su muerte en 1963 fue un profesor eminente, autor de célebres ensayos,
cuentos y libros de texto. Entre sus publicaciones, donde se destaca su estilo
vivo y con una lógica apabullante, están "Las Crónicas de Narnia",
“El problema del dolor”, “Cartas a un diablo novato”, "Mero Cristianismo"
y muchos más que recomiendo ampliamente.
Sin embargo en su libro “Mero Cristianismo”, él expresa con su prístina lógica la siguiente expresión: “O Jesús está completamente loco, o es Dios. O es una cosa o la otra”. Y es que con el Señor Jesús no hay términos medios. La persona se rinde a Él como Dios o lo rechaza, pues no existe aquello de “creer en Dios a nuestra manera”. Este claro concepto, se representa a través del llamado "Trilema de Lewis". Y usted que está leyendo esto, ¿Se rindió a él o continúa rechazándolo en su cómoda religión?
TRILEMA DE LEWIS
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