¿CÓMO ENFRENTAR EL SUFRIMIENTO?
Hay una frase muy popular que dice: "El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional". Y es la pura verdad. El dolor es inevitable y puede provenir de las más variadas fuentes; un accidente, una enfermedad, la muerte de un ser querido, el rechazo, la traición, etc. y nos puede afectar física y/o emocionalmente. Sin embargo, el sufrimiento es opcional, pues tiene que ver con la interpretación que hacemos del dolor.
Imaginemos a una persona cristiana, muy fiel y servicial en la iglesia a la que diagnostican una grave enfermedad. Esa persona puede reaccionar de dos formas:
1) La primera reacción puede ser de sorpresa y estupefacción, seguida de preguntas a Dios, tales como: "¿Por qué a mí Señor? Te he servido fielmente, ¿tú crees que merezco esto? Has sido testigo de cuanto he sufrido en la vida, ¿por qué permites ahora esta enfermedad?". Luego, esta persona orará y pedirá a todas las cadenas de oración un milagro para ella, y es así que todos comienzan proclamarle sanidad. Pero Dios en su soberanía no la sana, sino que su condición de salud empeora. Lo más probable, es que esa persona se decepcione y se aleje de Dios.
Y esto se produce, debido a la errónea y sesgada enseñanza que se da en la iglesia, que señala que Dios "no permitirá que nada malo le suceda a ninguno de sus hijos". Al leer la Biblia, nos damos cuenta de la falsedad de esa expresión, pues Dios es soberano para permitir que unos no sufran y otros sí de acuerdo a Su voluntad. De hecho, la vida de los hombres y mujeres de la Biblia, está llena de sufrimiento y dolor. Es cosa de pensar en la muerte de Juan el Bautista, de Esteban, o del mismo Señor Jesús, sólo por nombrar algunos. Además, el Señor dijo claramente: "En el mundo tendrán aflicción; más confíen, yo he vencido al mundo"( Juan 16:33).
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