LA BUENA VOLUNTAD DE DIOS, AGRADABLE Y PERFECTA
En la carta a los Romanos, Pablo explica en los once
primeros capítulos la base teológica del cristianismo y a partir del capítulo
doce enseña cómo vivir en la práctica diaria toda esa teoría, por eso él dice:
Los receptores de esta carta, tenían conocimiento de
los sacrificios de animales muertos sobre el altar de fuego, según la ley
mosaica, pero Pablo en esta carta, no está hablando de ese tipo de sacrificios
ceremoniales, sino de uno, donde la persona misma debía ofrecerse como un
sacrificio vivo y no muerto. Esto que dice Pablo es escandaloso, pues poner un
animal muerto en el fuego, no es gran problema, pues nada sentirá, pero sacrificar a una persona viva, es otra cosa. Obviamente, las palabras del
apóstol no eran literales, pero dejaban muy en claro que la vida cristiana, no
estaría fundada en ritos religiosos, sino en la acción de morir al yo (ego),
corroborando el llamamiento del Señor, para los que querían ser sus discípulos, "de tomar la cruz (morir) cada día y seguirlo". (Lucas 9:23)
Por lo tanto, la carta señala enfáticamente, que el
cristiano era algo totalmente nuevo, no tenía parangón con nada que el mundo
religioso conocía.
El cristianismo se basa en una relación con Dios tan real,
que trasciende todo lo religioso, pues es aprender a vivir por fe en Su
presencia cada día y aprender a conocer "la buena voluntad de Dios, agradable
y perfecta". Pero, para lograr esto, el discípulo debe romper todos los
paradigmas que ha aprendido o como lo señala Pablo, no debe "conformarse a
este mundo, sino que debe transformar su manera de pensar". A veces,
pensamos que esta transformación se refiere a simplemente aprender a hacer
cosas religiosas distintas a las que antes solía hacer o aprender hábitos
nuevos, como asistir a una iglesia, estudiar la Biblia, conocer nuevas
canciones y cosas así, pero es mucho más que eso. En realidad, la palabra usada
es TRANSFORMARSE, que en el griego es "metamorphosis" que describe un
cambio total o profundo de adentro hacia afuera. Literalmente
significa, transformación de algo en otra cosa.
El mejor ejemplo de metamorfosis o transformación, lo
encontramos en la naturaleza, al ver como una oruga se transforma en una
mariposa. Es decir, de un ser horrible que se arrastra, a otro grácil, de
bellos colores y que vuela. ¿Cómo es posible esa transformación tan radical? No será algo agradable, pues la
oruga debe pasar por un proceso de muerte dentro de un capullo, que será como
un ataúd pequeño, asfixiante y doloroso. En ese estado, tratará de salir y
luchará con todas sus fuerzas intentando abrir un orificio por donde escapar del
dolor, pero lo que no sabe la oruga, que todo este proceso de muerte, Dios lo
ha diseñado para que la mariposa comience a emerger y todo ese dolor y lucha no
es más que la manera en que los fluidos del cuerpo de la mariposa puedan
fortalecer sus alas para que puedan volar cuando sea el momento.
Dios no nos creó para arrastrarnos, sino para volar.
Cuando la Biblia habla de "transformar nuestra manera de pensar", significa que Dios romperá nuestros paradigmas
y creencias erróneas profundas a través de procesos dolorosos. El problema
nuestro es que nos enfocamos en el dolor y no en la trasformación que Él está
haciendo. Somos tan miopes a veces, que le pedimos que quite el dolor, sin
entender que es la manera en que estamos muriendo como orugas que se arrastran
y podamos levantar el vuelo como mariposas.
El Señor lo dijo: "en el mundo tendrán aflicción,
pero confíen, yo he vencido al mundo"(Juan 16:33). El dolor siempre estará
presente en nuestra vida y de nosotros dependerá si será para nuestro
crecimiento o para nuestra destrucción. El dolor para la oruga fue su muerte, pero para la mariposa fue el comienzo de la vida real, o como dice Pablo, donde se experimenta "la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta".
¿Es usted oruga o mariposa?
Tema extraído de las charlas de Cristianos Anónimos.
Si desea información, escriba: c.a.cristianosanonimos@gmail.com
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