¿COMO CAMBARÍA SU FORMA DE VIDA, SI LE DIJERAN QUE LE QUEDAN SEIS MESES DE VIDA?
Resulta curioso que siendo la muerte la única cosa segura que tenemos en la vida, jamás pensamos que esta nos pueda alcanzar en este día, mañana o durante esta semana.
Vivimos de una manera tal, que la muerte no está considerada como parte real del calendario que vivimos, y por eso desperdiciamos mucha vida, perdiendo el tiempo en innumerables actividades que nos mantienen hipnotizados, haciéndonos creer que estamos viviendo bien por el mero hecho de estar ocupados durante el día. Tampoco nos damos cuenta del tiempo y la energía que desperdiciamos llenando nuestra mente de tanta basura a través de los medios y gastando una enorme cantidad de tiempo en las redes sociales , además de las preocupaciones, afanes, chismes,etc. que llegan a formar parte normal de la vida. Por otro lado, si nos consideramos cristianos, y asistimos con regularidad a algún templo, donde cantamos y nos emocionamos, quedamos con la peligrosa sensación que estamos viviendo bien para con Dios. El problema es que todo lo que he descrito, no es más que la condición que alguien que está durmiendo o viviendo muy por debajo del potencial dado por el Padre.
DESPERTANDO
Imagine que va al médico por un examen de rutina, y el facultativo le dice: "Debo anunciarle que según los exámenes, a usted le quedan seis meses de vida". Estoy seguro que en ese momento, en que escucha esas palabras, toda su realidad cambia. Es como si de pronto el tiempo se ralentizara y comienza a ver en cámara lenta, ya no escucha las palabras que continúa hablándole el doctor, su mente se ha ido lejos de allí y está viviendo la sensación de una realidad paralela y se llena de profundos sentimientos que le cuesta definir. Definitivamente ya no es la persona que minutos atrás entró a esa consulta. Su realidad ha sido trastocada de un golpe. En ese estado de shock, comienza a darse cuenta como ha desperdiciado la vida en trivialidades y pequeñeces, que ha perdido momentos valiosos por un orgullo que desde la mirada actual, pierde todo valor. De pronto ha despertado del ensueño, su realidad vital es otra y no entiende como otros no ven, con la claridad que usted percibe hoy; la amistad, el amor, los colores, los aromas, la vida. Y es que ha despertado. Incluso, se da cuenta lo enclenque que ha sido su relación con Dios (que pensaba que era tan buena), pues sólo ha cumplido con ritos y acciones, pero su corazón está vacío de Su amor y ahora se da cuenta. No logra entender como no pudo ver antes lo que ahora está percibiendo, se arrepiente del tiempo desperdiciado y busca aquilatar cada segundo de la vida en el hoy, sabiendo que ese momento es único porque ya sabe que su tiempo es limitado.
EL DOLOR
Comienza a darse cuenta que los errores, los pecados, el dolor son algo que Dios permite y usa para nuestro crecimiento, y por ello ahora comienza a agradecerle por esa enfermedad, pues le ha despertado y acercado a la Vid Verdadera.Comienza a observar su vida, y aprende a bendecir a aquellos que le han hecho daño, pues ese dolor que en un momento de su vida sacó lo peor de usted, ahora comienza a aflorar lo mejor; el perdón genuino. Se da cuenta también, que puede aceptar el diagnóstico y el pronóstico médico, pero además sabe que el veredicto de los días que le quedan sobre esta tierra sólo depende de Dios y no de los facultativos. Ha comenzado a vivir como los pájaros y las flores que no oponen resistencia y confían en Aquel que los creó.
Comienza a entender y vivir lo que Pablo dijo:"Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta breve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas" (2 Corintios 4:16-18). Ahora entiende bien que que su cuerpo físico está muriendo, pero su verdadero ser interior está creciendo mediante una fe práctica, pues ha aprendido a vivir conectado a Dios y el fruto del amor, tal como lo muestra Gálatas 5:22 ha comenzado a ser real en su ser.
SEPARADOS DE MI NADA PUEDEN HACER
Ahora entiende el calibre de las palabras de Jesús cuando dijo; "separados de mi nada pueden hacer"(Juan 15:5), pues se da cuenta que nunca se había conectado a Dios día a día como lo hace ahora y que su oración ha dejado de ser una mera actividad y ahora es una necesidad estar en lo secreto con el Padre, no sólo para conocerlo más, sino que también para conocerse a sí mismo y aprender a amarse, pues hoy se da cuenta lo poco que se conocía y amaba. Sus heridas de niño comienzan a sanar y su corazón ahora está liviano, sin dolor ni juicio. Es el fruto del amor de Dios naciendo en el corazón y permitiéndole vivir de una manera distinta, dejando de juzgar (porque usted no conoce el corazón del otro), dejando de murmurar (pues usted conoce una verdad parcial y sólo Dios conoce todo), abandonando la idea de tener la razón en todo (pues entiende que había visto la vida bajo su egoísta óptica), abrazando el dolor y dejando de victimizarse, aprendiendo a ser más agradecido principalmente con aquellas cosas que damos por descontado; la vida y la salud por ejemplo. Agradeciendo por aquellas personas que en los momentos en que le vieron caído, no le abandonaron ni juzgaron, sino permanecieron a su lado.
Apreciará todo lo que tiene valor y no sólo aquello que ha tenido precio. Querrá abrazar y besar más a sus seres amados, especialmente a los hijos, deseando pasar tiempos de calidad hablando de la vida, del corazón, compartiendo sentimientos profundos y no meras trivialidades. Se mostrará más vulnerable, hablando de sus pecados y caídas mostrado que la gracia de Dios es más grande que la condena humana. Reirá más y buscará hacer aquellas cosas que ha postergado como andar a caballo por la playa, salir a visitar aquellos lugares que de niño marcaron la vida con sus seres queridos. Tal vez procure escribir más, no porque considere que puede ser un maestro para otros, sino simplemente por el hecho de querer compartir lo que Dios ha hecho en su vida, y si eso puede ayudar a otro, el Señor se lleva el crédito.
Agradecerá a Dios por cada segundo de vida y procuraría caminar en su amor que echa fuera todo temor.(1 Juan 4:18)
No esperemos que nos digan, "le quedan seis meses de vida", para despertar y comenzar a vivir la vida que Dios ha planeado para cada uno. Comencemos hoy a vivir y entender que lo que un día dijo Pierre Teilhard de Jardin "no somos seres humanos viviendo una experiencia humana, sino somo seres espirituales viviendo una experiencia humana".
"Despiértate, tú que duermes, y levantate de los muertos y te alumbrará Cristo"(Efesios 5:14)
Vivimos de una manera tal, que la muerte no está considerada como parte real del calendario que vivimos, y por eso desperdiciamos mucha vida, perdiendo el tiempo en innumerables actividades que nos mantienen hipnotizados, haciéndonos creer que estamos viviendo bien por el mero hecho de estar ocupados durante el día. Tampoco nos damos cuenta del tiempo y la energía que desperdiciamos llenando nuestra mente de tanta basura a través de los medios y gastando una enorme cantidad de tiempo en las redes sociales , además de las preocupaciones, afanes, chismes,etc. que llegan a formar parte normal de la vida. Por otro lado, si nos consideramos cristianos, y asistimos con regularidad a algún templo, donde cantamos y nos emocionamos, quedamos con la peligrosa sensación que estamos viviendo bien para con Dios. El problema es que todo lo que he descrito, no es más que la condición que alguien que está durmiendo o viviendo muy por debajo del potencial dado por el Padre.
DESPERTANDO
Imagine que va al médico por un examen de rutina, y el facultativo le dice: "Debo anunciarle que según los exámenes, a usted le quedan seis meses de vida". Estoy seguro que en ese momento, en que escucha esas palabras, toda su realidad cambia. Es como si de pronto el tiempo se ralentizara y comienza a ver en cámara lenta, ya no escucha las palabras que continúa hablándole el doctor, su mente se ha ido lejos de allí y está viviendo la sensación de una realidad paralela y se llena de profundos sentimientos que le cuesta definir. Definitivamente ya no es la persona que minutos atrás entró a esa consulta. Su realidad ha sido trastocada de un golpe. En ese estado de shock, comienza a darse cuenta como ha desperdiciado la vida en trivialidades y pequeñeces, que ha perdido momentos valiosos por un orgullo que desde la mirada actual, pierde todo valor. De pronto ha despertado del ensueño, su realidad vital es otra y no entiende como otros no ven, con la claridad que usted percibe hoy; la amistad, el amor, los colores, los aromas, la vida. Y es que ha despertado. Incluso, se da cuenta lo enclenque que ha sido su relación con Dios (que pensaba que era tan buena), pues sólo ha cumplido con ritos y acciones, pero su corazón está vacío de Su amor y ahora se da cuenta. No logra entender como no pudo ver antes lo que ahora está percibiendo, se arrepiente del tiempo desperdiciado y busca aquilatar cada segundo de la vida en el hoy, sabiendo que ese momento es único porque ya sabe que su tiempo es limitado.
EL DOLOR
Comienza a darse cuenta que los errores, los pecados, el dolor son algo que Dios permite y usa para nuestro crecimiento, y por ello ahora comienza a agradecerle por esa enfermedad, pues le ha despertado y acercado a la Vid Verdadera.Comienza a observar su vida, y aprende a bendecir a aquellos que le han hecho daño, pues ese dolor que en un momento de su vida sacó lo peor de usted, ahora comienza a aflorar lo mejor; el perdón genuino. Se da cuenta también, que puede aceptar el diagnóstico y el pronóstico médico, pero además sabe que el veredicto de los días que le quedan sobre esta tierra sólo depende de Dios y no de los facultativos. Ha comenzado a vivir como los pájaros y las flores que no oponen resistencia y confían en Aquel que los creó.
Comienza a entender y vivir lo que Pablo dijo:"Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta breve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas" (2 Corintios 4:16-18). Ahora entiende bien que que su cuerpo físico está muriendo, pero su verdadero ser interior está creciendo mediante una fe práctica, pues ha aprendido a vivir conectado a Dios y el fruto del amor, tal como lo muestra Gálatas 5:22 ha comenzado a ser real en su ser.
SEPARADOS DE MI NADA PUEDEN HACER
Ahora entiende el calibre de las palabras de Jesús cuando dijo; "separados de mi nada pueden hacer"(Juan 15:5), pues se da cuenta que nunca se había conectado a Dios día a día como lo hace ahora y que su oración ha dejado de ser una mera actividad y ahora es una necesidad estar en lo secreto con el Padre, no sólo para conocerlo más, sino que también para conocerse a sí mismo y aprender a amarse, pues hoy se da cuenta lo poco que se conocía y amaba. Sus heridas de niño comienzan a sanar y su corazón ahora está liviano, sin dolor ni juicio. Es el fruto del amor de Dios naciendo en el corazón y permitiéndole vivir de una manera distinta, dejando de juzgar (porque usted no conoce el corazón del otro), dejando de murmurar (pues usted conoce una verdad parcial y sólo Dios conoce todo), abandonando la idea de tener la razón en todo (pues entiende que había visto la vida bajo su egoísta óptica), abrazando el dolor y dejando de victimizarse, aprendiendo a ser más agradecido principalmente con aquellas cosas que damos por descontado; la vida y la salud por ejemplo. Agradeciendo por aquellas personas que en los momentos en que le vieron caído, no le abandonaron ni juzgaron, sino permanecieron a su lado.
Apreciará todo lo que tiene valor y no sólo aquello que ha tenido precio. Querrá abrazar y besar más a sus seres amados, especialmente a los hijos, deseando pasar tiempos de calidad hablando de la vida, del corazón, compartiendo sentimientos profundos y no meras trivialidades. Se mostrará más vulnerable, hablando de sus pecados y caídas mostrado que la gracia de Dios es más grande que la condena humana. Reirá más y buscará hacer aquellas cosas que ha postergado como andar a caballo por la playa, salir a visitar aquellos lugares que de niño marcaron la vida con sus seres queridos. Tal vez procure escribir más, no porque considere que puede ser un maestro para otros, sino simplemente por el hecho de querer compartir lo que Dios ha hecho en su vida, y si eso puede ayudar a otro, el Señor se lleva el crédito.
Agradecerá a Dios por cada segundo de vida y procuraría caminar en su amor que echa fuera todo temor.(1 Juan 4:18)
No esperemos que nos digan, "le quedan seis meses de vida", para despertar y comenzar a vivir la vida que Dios ha planeado para cada uno. Comencemos hoy a vivir y entender que lo que un día dijo Pierre Teilhard de Jardin "no somos seres humanos viviendo una experiencia humana, sino somo seres espirituales viviendo una experiencia humana".
"Despiértate, tú que duermes, y levantate de los muertos y te alumbrará Cristo"(Efesios 5:14)
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