UNO DE LOS SALMOS DE LA CUEVA
El Salmo 142 dice en su encabezado, "masquil de David cuando estuvo en la cueva". ¿Qué era un masquil? Era un tipo de canción que tenía como propósito no sólo que se cantara, sino que hiciera que las personas meditaran y fueran instruidas por ella. Es decir, que la angustia y soledad profunda que David experimentó en la cueva de Adulam, al estar escondido huyendo de aquellos que querían matarlo, sirviera a otros de inspiración y esperanza en Dios.
Los Salmos tienen la especial característica de servir como espejo, reflejando nuestro corazón y describiendo toda una gama de emociones y sentimientos, que al estarlos viviendo nos ayudan a levantarnos en Dios. Observe como David nos permite ver su corazón a través de estos hermosos versos y reparé especialmente en las últimas cuatro lineas:
142.
Clamo al Señor con mi voz;
con mi voz suplico al Señor.
Delante de El expongo mi queja;en su presencia manifiesto mi angustia.
Cuando mi espíritu desmayaba dentro de mí,
tú conociste mi senda.
En la senda en que camino
me han tendido una trampa.
tú conociste mi senda.
En la senda en que camino
me han tendido una trampa.
Mira a la derecha, y ve,porque no hay quien me tome en cuenta;
no hay refugio para mí;
no hay quien cuide de mi alma.
no hay refugio para mí;
no hay quien cuide de mi alma.
A ti he clamado, Señor;
dije: Tú eres mi refugio,
mi porción en la tierra de los vivientes.
Atiende a mi clamor,
porque estoy muy abatido;
líbrame de los que me persiguen,
porque son más fuertes que yo.
Saca mi alma de la prisión,
para que yo dé gracias a tu nombre;
los justos me rodearán,
porque tú me colmarás de bendiciones.
A David se le llama "el varón conforme al corazón de Dios", y llama la atención este título en un hombre con tantos pecados y faltas. Sin embargo, este tipo de salmos nos ayuda a entender como Dios lo entrenó y no sólo forjó su carácter a través de las crisis, sino que permitió que las hiciera públicas para que millones de cristianos a través de todas las épocas, incluidos nosotros hoy, aprendieran que a pesar de las situaciones más tristes o amargas que se vivan, siempre hemos de seguir adelante sirviendo con los dones dados por Dios, como lo hizo David al componer poemas y canciones en momentos tan duros para él, pues así la gloria siempre será para el Alfarero y nunca para el barro.
Este tipo de salmos nos enseña también, que nuestro rol no es sólo meditar, reflexionar y aprender de la Biblia, sino que todo aquello debe motivarnos siempre a servir más y ser un testimonio vivo de un Dios que nunca desecha las vasijas rotas, sino que las restaura para que el tesoro oculto de Su presencia en ellas, luzca más. Dios es un Dios de restauración y de segundas y terceras oportunidades para seguir sirviéndole y testimoniando de Su gracia y amor.
Si desea más información, escribanos a c.a.cristianos.anonimos@gmail.com
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