PARA PENSAR  

La culminación de la Semana Santa es el domingo en que el mundo cristiano celebra la gloriosa resurrección de Cristo, sin embargo, a través de los años esta fiesta se ha visto opacada por toda la parafernalia mediática de un conejo que trae huevos de chocolate a los niños. ¿No le parece curioso qué en las principales celebraciones del cristianismo, los pequeños sean el blanco de una estrategia que se presenta como algo inocente, divertido, pero que desvía sus mentes del Señor Jesucristo desde muy pequeños? Es triste darse cuenta que este domingo la mayoría de los niños estarán esperando al conejo, y buscando huevos de chocolate, y en ningún caso a Jesús. 

En otra importante fiesta cristiana como es Navidad, en que se celebra el nacimiento de nuestro Salvador, otra vez ese evento sin parangón es eclipsado por un personaje regordete y vestido de rojo llamado Santa Claus, que trae regalos y viene acompañado por un grupo de tiernos y pintorescos personajes que se presentan como el “verdadero espíritu de Navidad” ante los niños. Y no sólo eso, el 31 de Octubre en que la cristiandad celebra el día de la Reforma que como punto principal ponía la Biblia en las manos de todos los creyentes y en su propio idioma, nuevamente los niños son el blanco con una fiesta "macabramente entretenida” llamada Halloween, que nuevamente los desvía de la Biblia y de Cristo.
Que importante es que los padres se den cuenta y reaccionen ante esta estrategia satánica que busca hacer irrelevante a Cristo en la mente de sus hijos desde su más tierna infancia. Entiendo que es difícil luchar contra la sociedad, y tampoco se trata de privar a los niños de diversión o convertirlos en "bichos raros" que no celebran nada, sin embargo los padres pueden usar astutamente aquello que los trata de alejar, para acercarlos a Jesús. ¿Cómo hacerlo? Por ejemplo, este domingo expliquenles lo contentos que están pues el Señor Jesús ha resucitado y que debido a su alegría han querido celebrarlo escondiendo huevos de chocolate que ellos deberán buscar y cuéntenles que fue Jesús quien dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos».(Mateo 19:14) 

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