APUNTANDO AL BLANCO

Dios creó al hombre y lo dotó de vida para que la viviera enfocada en Él. Podía vivir una vida teocéntrica de absoluta abundancia, sin embargo, el pecado despedazó ese propósito y la humanidad  murió espiritualmente al sacar la mirada del Creador.

¿Qué es el pecado? La palabra "pecado", proviene del término hebreo לְהַחטִיא (lehachti),  que implica la idea de cometer un error o errar el blanco. Es decir, cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios, erraron el blanco, pecaron y rompieron todo vínculo espiritual con el Creador.


El enfoque de su vida ya no estaba en Dios, sino en ellos mismos. El ego comenzó a reinar y por primera vez experimentaron el miedo y la verguenza. Al verse desnudos y sin la protección de Dios, intentaron con hojas tapar su desnudez. Sin embargo, Dios los vistió con pieles, haciéndo así el primer sacrificio de sangre. En el Edén, un animal inocente murió para cubrir las consecuencias del pecado, en ese hombre y mujer.

JESÚS
El hombre y la mujer habían muerto espiritualmente y comenzaban a morir físicamente, deconectados totalmente de Dios, sin esperanza. No obstante, dentro del plan redentor,  viene Jesús a la tierra y muere en la cruz del Calvario. El Cordero de Dios, muere por el pecador, no sólo para cubrir las consecuencias de su pecado, sino para borrarlo completamente. Además de eso, abre de nuevo el camino al Padre, al cumplir toda la justica de Dios permitiéndole al hombre recuperar todo lo que perdió en el Edén. El pámpano que una vez fue desgajado, se vuelve a injertar en la vid y toda la vida de Dios comienza a fluir.

NOSOTROS
¿Por qué nos cuesta entender que hoy podemos gozar de una relación con Dios, como la que tuvo Adán en el jardín del Edén?. Es más, se puede ser muy religioso y aún así vivir una vida miserable.  ¿Por qué? Porque no sabemos vivir por la fe, nos hemos acostumbrado a vivir la religión de la emoción dominical, pero no la vida cristiana.

¿Dónde está el problema? ¿Por qué nos cuesta tanto vivir el cristianismo predicado por Jesús? En primer lugar, porque aunque algún día hicimos una profesión de fe, seguimos pensando con los viejos patrones mentales de la antigua naturaleza, donde reina el ego, y todos nuestros temores y mezquindades. Si a eso le sumanos el agrado que nos produce esta sociedad hedonista y consumista, que nos seduce con sus ofertas y nos mantiene hipnotizados para que no nos demos cuenta que está nutrida de valores anticristianos. Y sumado a todo eso, añadimos el que no tomamos en serio a Satanás y hace de las suyas con nosotros a través de todos los canales que posee.

COMO VIVIR APUNTANDO AL BLANCO
Para poder vivir una vida cristiana victoriosa, hay que reevaluar los paradigmas religiosos en que hemos sido enseñados y volver a releer la Biblia, con el espíritu que tuvieron los Reformadores, pues la iglesia necesita una nueva Reforma. Por ejemplo: El Señor dijo: "Basta a cada día su afán" (Mt.6:34).  Dijo además "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame"(Mr. 8:34) Si obedeciéramos sólamente estos dos versos, podríamos practicar una vida enfocada en el blanco. Viviendo con la certeza, la fe de saber que estamos en la presencia de Dios (como en el Edén) y creyendo que Él mora en nosotros. Enfrentar el día con un enfoque teocéntrico sin dar cabida al ego, resistiéndose a vivir en temor, pues "el perfecto amor, echa fuera el temor"(1 Juan 4:18). Además. concientemente en ese día, estar atento a las tentaciones de Satanás en nuestra mente, entendiendo que buscará por todos los medios que están a su alcance (nuestro ego, la sociedad y él mismo), que saquemos la vista del Señor, que erremos el blanco, y caigamos en pecado.

Vivamos cada día apuntando al blanco.
Así como Adán y Eva tuvieron la oportunida de elegir a quien obedecer, también nosotros tenemos esa oprtunidad diariamente. Vivamos un día a la vez. apuntando al blanco, sabiendo que: "Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Rom.8:37.39)


Si quiere más información, escriba a este mail: c.a.cristianos.anonimos@gmail.com




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