EL FRACASO Y EL EXITO
Al leer la Biblia, una de las cosas que llama la atención, es que todos los hombres y mujeres que Dios usó en algún momento de sus vidas, experimentaron "el que las cosas no salieron como ellos deseaban", en otras palabras, "fracasaron" desde la óptica humana. Y es que Dios permite el fracaso en nuestras vidas para enseñarnos a ser exitosos en Él. Por ejemplo, cuando Moisés mató a egipcio (Éxodo 2), pensó que los israelitas verían en él, al líder político que lo sacaría de la esclavitud. Pero fracasó rotundamente, al punto que huyo al desierto donde se exilió por 40 años y olvidó sus sueños de grandeza. No obstante, allí en el desierto, en la soledad y el sufrimiento, aprendió a conocerse a sí mismo, murió a su orgullo y a sus pretensiones humanas. Pero como todo lo que Dios permite tiene propósitos, cuando llego el momento, Dios levanto a Moisés como el libertador de su pueblo, pero ahora a la manera del Señor. Por ello, conviene entender que el éxito y el fra