DE ORUGA A MARIPOSA
Quizás una de las expresiones más socorridas que tenemos como creyentes ante Dios es "Señor, quiero hacer tu voluntad", sin embargo aunque es una expresión muy piadosa, honestamente no se piensa en las implicancias que ella tendría en nuestra vida si Dios la tomara en serio. Pregúntese, ¿ Estaría dispuesto(a) a pagar el precio por los cambios dramáticos tendría que enfrentar si Dios toma en serio su oración?, ¿Estaría dispuesto(a) a sufrir por ello?. Es más, ¿Se ha preguntado si lo que ahora está viviendo tiene relación con esa oración que tan irreflexivamente se hace o ha hecho?. El problema que tenemos como creyentes es que pensamos que "hacer la voluntad de Dios" implica una vida sin sobresaltos y llena de "bendiciones", cuando la realidad bíblica no indica necesariamente aquello. Para ilustrar el punto, veamos un par de versículos: (Romanos 12:1,2) 1 Así que, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios, que presenten sus cuerpos en sacrifici