DE ORUGA A MARIPOSA

Quizás una de las expresiones más socorridas que tenemos como creyentes ante Dios es "Señor, quiero hacer tu voluntad", sin embargo aunque es una expresión muy piadosa, honestamente no se piensa en las implicancias que ella tendría en nuestra vida si Dios la tomara en serio. Pregúntese, ¿ Estaría dispuesto(a) a pagar el precio por los cambios dramáticos tendría que enfrentar si Dios toma en serio su oración?, ¿Estaría dispuesto(a) a sufrir por ello?. Es más, ¿Se ha preguntado si lo que ahora está viviendo tiene relación con esa oración que tan irreflexivamente se hace o ha hecho?. El problema que tenemos como creyentes es que  pensamos que "hacer la voluntad de Dios" implica una vida sin sobresaltos y llena de "bendiciones", cuando la realidad bíblica no indica necesariamente aquello. Para ilustrar el punto, veamos un par de versículos:

(Romanos 12:1,2) 1 Así que, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios, que presenten sus cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es su culto racional. 2 No se conformen a este siglo, sino transfórmense por medio de la renovación de su entendimiento, para que comprueben cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

En esta carta a los Romanos, Pablo ha explicado en los once capítulos anteriores la base teológica y ahora, a partir del capítulo doce enseña lo que debe ser la vida práctica de toda esa teología. Y él señala enfáticamente que el cristiano no debe "conformarse o tomar la forma del mundo, sino que debe TRANSFORMARSE por medio de renovar su entendimiento para comprobar la BUENA VOLUNTAD DE DIOS, agradable y perfecta". Generalmente cuando se enseña este verso, se hace hincapié en "la buena voluntad agradable y perfecta", que como dije, para muchos significa una vida sin problemas, pero lo que ignora esa miope interpretación es la palabra TRANSFORMAR, que está justo antes. Es decir, para lograr llegar a "la buena voluntad agradable y perfecta", se debe pasar primero por el proceso de "transformación de la manera de pensar".

La palabra TRANSFORMAR viene del término griego “metamorphosis”, que describe un cambio o profunda transformación desde dentro hacia afuera. Literalmente significa, transformación de algo en otra cosa.

La naturaleza creada por Dios, nos entrega la mejor interpretación a la enseñanza de Pablo y nos ayuda a entender lo que es la transformación que Dios hace cuando queremos hacer Su voluntad. Para ello quiero compartirles este relato que nos nuestra la metamorfosis de una oruga a mariposa: 

DE ORUGA A MARIPOSA

"Un hombre encontró un capullo de mariposa y se lo llevó a casa para poder ver cuando la mariposa saliera volando. Al día siguiente observó que había un pequeño orificio y entonces se sentó a observar por varias horas viendo como la mariposa luchaba por hacer más grande la abertura y así poder salir, la veía que forcejeaba duramente intentando hacer pasar su cuerpo por ese pequeño agujero. De pronto la mariposa dejó de forcejear, pues aparentemente no progresaba en su intento y parecía que se había atascado. Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera cortó al lado del agujero para hacerlo más grande y ahí fue que por fin la mariposa pudo salir del capullo. Sin embargo, al salir la mariposa tenía un cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y dobladas.

El hombre continuó observando, pues esperaba que en cualquier instante las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente para soportar al cuerpo, el cual se contraería al reducir lo hinchado que estaba.

Ninguna de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrase en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas. Nunca pudo llegar a volar. 

Lo que el hombre en su bondad y apuro no entendió, fue que la dificultad y dolor por tratar de hacer más grande la apertura del capullo y la lucha requerida por la mariposa, para salir por el diminuto agujero, era la forma en que la naturaleza forzaba fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que estuviesen grandes y fuertes y luego pudiese volar. La libertad y el volar solamente podían llegar después del dolor y la lucha. Al privar a la mariposa de la lucha y el dolor, también le fue privada su posibilidad de volar" .

Cuando la Biblia habla de "transformación de nuestra manera de pensar", significa que Dios romperá nuestros paradigmas y creencias erróneas profundas a través del dolor.

Nos cuesta ver el dolor como una herramienta que un Dios amoroso usa para nuestro crecimiento, pero así es. Dios no quiere que sigamos siendo orugas, sino que nos transformemos en lo que realmente es nuestro propósito, una mariposa. Por ello, debemos evitar el error de pedirle a Dios que nos libre del dolor, sino más bien debemos pedirle fuerza y sabiduría para cooperar con él y no tratar de tomar atajos para evitarlo.

El Señor lo dijo: "en el mundo tendrán aflicción, pero confíen, yo he vencido al mundo"(Juan 16:33). El dolor siempre estará presente en nuestra vida y de nosotros dependerá si será para nuestro crecimiento o para nuestra destrucción. El dolor lo recibimos y lo inflingimos, a veces sin darnos cuenta y sin la intención de hacerlo y lamentablemente son las personas más cercanas a quienes más lastimamos y quienes más nos lastiman. ¿Cómo hacer entonces que el dolor sea un agente de transformación y no de destrucción? En primer lugar aprender a verlo como algo que Dios usa para nuestra madurez y transformación de nuestros patrones mentales. Segundo, dejar de pedir a Dios que nos saque del dolor, sino más bien pedirle que nos de la sabiduría para verlo como un cincel que no está modelando. Tercero, evitar victimizarse, perdonar y pedir perdón. Cuarto, entender que para vivir "la buena voluntad agradable y perfecta", debemos pasar primero por el proceso de "transformación" que implica un dolor pasajero, para una nueva etapa distinta y de más cercanía a Dios nuestro Padre.

LO QUE PARA LA ORUGA ES EL FIN DEL MUNDO, PARA LA MARIPOSA ES EL COMIENZO DE LA VIDA REAL.

Si realmente vamos a convertirnos en mariposa, solamente dejaremos de ser orugas a través del dolor.

Este tema es parte de una de las charlas del Grupo Cristianos Anónimos, que semanalmente se reune en la ciudad de Viña del Mar.
Cristianos Anónimos es un grupo de creyentes que reconocen que han fallado, pecado y que se han alejado de la iglesia pues en muchas ocasiones han sido heridos allí, y que a pesar de todo buscan tener una relación con Dios que los restaure a través de la gracia y la verdad.
Si desea asistir a nuestras reuniones semanales, escriba al mail c.a.cristianosanonimos@gmail.com y gustosamente le daremos la información.